Así ha quedado un avión que volaba de Palma a Viena tras sufrir una fuerte granizada

Por suerte, todo quedó en un susto. El vuelo OS434 de la compañía Austrian Airlines que cubría la tarde del pasado domingo la ruta entre Viena y Palma se vio envuelto a su paso por la ciudad de Hartberg en una fuerte tormenta eléctrica que, acompañada de granizo, causó fuertes daños en la aeronave, especialmente en el morro y en la cabina de los pilotos.

El Airbus SE A320, de 23 años de 'edad', volaba a unos 6.000 metros de altura cuando, alrededor de las cuatro de la tarde, fue 'engullido' por una fuerte tormenta eléctrica que junto al fuerte granizo causó cierta conmoción entre los pasajeros de la aeronave, según relatan los mismos en redes.

Así, una vez tomó tierra pasadas las seis de la tarde, la tripulación, los pasajeros y el personal de emergencias y del aeropuerto de Viena fueron conscientes de la gravedad de lo sucedido.

Grandes daños

El morro del Airbus A320 había sido parcialmente arrancado por el impacto de las pequeñas esferas de hielo y las ventanas frontales del avión, que se encargan de proteger a los pilotos y ofrecerles una buena visión, también estaban repletas de impactos, aunque no cedieron del todo.

Tal y como puede observarse en las imágenes tomadas desde el interior y el exterior de la aeronave, los daños materiales fueron considerables y muy vistosos. Por suerte, no hubo que lamentar ningún daño personal. Aun así, el avión deberá pasar por el taller para comprobar si sufrió más daños internos y para reparar los producidos durante el vuelo Palma-Viena.

El vuelo entre Singapur y Londres del pasado 21 de mayo no corrió la misma suerte y, tras enfrentarse a unas fuertes turbulencias, el traumático trayecto se saldó con un muerto y varios heridos al aterrizaje.