Discriminación

La Ley del Deporte deja a los niños y niñas sin residencia legal o solicitantes de asilo en el banquillo

La Plataforma de Infancia recuerda que jugar en un equipo es "una herramienta muy potente para la inclusión"

Los y las menores sin residencia legal en España no pueden federarse.

Los y las menores sin residencia legal en España no pueden federarse. / UNSPLASH

María G. San Narciso

Tanto los niños y niñas solicitantes de asilo, como los que no cuentan con residencia legal en España, se tienen que quedar en el banquillo mientras su equipo juega. La actual Ley del Deporte, aprobada en diciembre de 2022, les impide federarse, por lo que no pueden participar en ninguna competición oficial o actividad federativa.

Es la denuncia que hace la Plataforma de Infancia, que ha pedido a la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría, una revisión y modificación de esta Ley para que garantice los derechos de todos los niños y niñas sin ningún tipo de discriminación. El Defensor del Pueblo ya ha recibido varias quejas.

Para un niño o una niña que llega de otro país, posiblemente de una zona de conflicto, "es en esta situación donde más puede encontrar la inclusión". "En el deporte no hace falta hablar el mismo idioma, sabes cuáles son las reglas, cómo jugar, cómo integrarte... Es una herramienta muy potente", asegura Almudena Escorial , responsable de incidencia política de la Plataforma de Infancia. Implica cerrarles las puertas al lugar donde mejor saben relacionarse.

Beneficios del deporte

También recuerdan que el deporte es una actividad esencial para todas las personas, pero especialmente para las niñas, niños y adolescentes por los múltiples beneficios que tiene para su desarrollo y sociabilización. La propia Ley del Deporte reconoce que el deporte y la actividad física son actividades esenciales y que todas las personas tienen derecho a su práctica.

Jugar está considerado como uno de los mejores medios para el crecimiento y el aprendizaje de los niños y niñas, al ayudarles a desarrollar nuevos conocimientos y habilidades, a procesar la información y las emociones, y al generar sentimientos de pertenencia al grupo. Además, el deporte está asociado con una mejor salud psicológica y social, más allá de las mejoras atribuibles a la participación en la actividad física, como la prevención de la obesidad.

Fomentar un estilo de vida activo "previene enfermedades y promueve la inclusión social al permitir que los niños y niñas interactúen, aprendan a respetar las diferencias y desarrollen empatía. Cuando los niños y niñas no pueden jugar en el mismo equipo que sus pares por cuestiones burocráticas esto influye negativamente en su desarrollo físico, mental y social", asegura la Plataforma de Infancia. Sin embargo, la norma establece en varios artículos que la promoción de la práctica deportiva, la participación en federaciones deportivas o la expedición de licencias deportivas sólo están previstas para las “personas extranjeras que tengan residencia legal en España".  

"Negar la oportunidad de jugar en deportes federados a los niños y niñas extranjeros sin residencia legal en España y a los niños y niñas solicitantes de protección internacional es una violación directa de sus derechos, en concreto de su derecho a no ser discriminados, de su derecho al juego, esparcimiento y a las actividades recreativas propias de su edad, así como de su derecho a la educación y también de su derecho de asociación; derechos recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, ratificada por España en 1990", añaden.

Mismos derechos

Recuerdan que el Comité de los Derechos del Niño señala, en su Observación General número 17, que su derecho al juego incluye el derecho a la práctica del deporte y a la competición, sin que pueda existir discriminación alguna por razón de su origen, nacionalidad o cualquier otra condición, como podría ser su situación administrativa.

Esta Observación también destaca la importancia de las actividades deportivas para hacer efectiva la educación integral de los niños y niñas; y reconoce que los y las menores refugiados y solicitantes de asilo deben poder disfrutar de los mismos derechos que los del país de acogida. 

"La condición de persona extranjera sin residencia legal no puede prevalecer, en ningún caso, sobre la condición de niño o niña", asegura la Plataforma de Infancia, que volverá a dirigirse a la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría, así como al resto de partidos políticos, que "la Ley del Deporte se revise y modifique para garantizar que todos los niños y niñas pueden federarse y jugar con su equipo el próximo partido".