Castejón de las Armas

Un pueblo aragonés se rebela contra su alcalde por el control de un bar

Los vecinos de Castejón de las Armas llenan de pancartas el pueblo y critican la gestión de la corporación municipal

La corporación realizó un nuevo contrato, que ahora está en los tribunales

Los vecinos han colgado numerosas pancartas para denunciar la mala gestión de la corporación municipal.

Los vecinos han colgado numerosas pancartas para denunciar la mala gestión de la corporación municipal.

Sergio H. Valgañón

Bromean en Castejón de las Armas (Aragón) con que desde hace unas semanas le hacen honor a su nombre. La nueva corporación saco a licitación le club social del municipio y, pese a que los últimos gestores tenían la mejor puntuación, la gestión recaló en una persona de confianza del nuevo regidor, según confirman fuentes vecinales.

"Seguimos con el bar cerrado", lamentan los vecinos, que fechan este suceso apenas un día después de la toma de posesión de la nueva corporación municipal: "Fue lo primero que hicieron en cuanto cogieron el poder". Desde ese instante, el pueblo vive en estado de ebullición contra su alcalde, el popular Francisco Melendo.

Tal es la indignación en la localidad que los propios habitantes han hecho una recogida de firmas para intentar que vuelvan los anteriores dueños del club social. "Hemos conseguido unas 120 firmas en una localidad en la que solo viven unos 50 vecinos durante todo el año", explican los habitantes de Castejón, que critican que el consistorio "no ha dado explicaciones" de la decisión tomada hace unas semanas.

El malestar en Castejón de Las Armas es generalizado.

El malestar en Castejón de Las Armas es generalizado. / E. P. A.

"Nos fastidia porque la gente que ha llevado el bar en los últimos tiempos lo ha revolucionado: ha pasado de ser un sitio en el que solo había café y cañas de cerveza a organizar actos importantes, como paellas para los vecinos o actuaciones musicales los domingos", relatan los vecinos, que tienen en mucha estima el valor del club social: "No es solo un bar, es el punto de reunión del pueblo y presta servicios muy importantes, como dar el pan cada día".

Hoy el bar sigue cerrado y no se puede acceder, pese a los intentos desde el consistorio, que según los vecinos intentará abrir "de forma clandestina" este próximo fin de semana. Hasta en dos ocasiones ha tenido que intervenir la Guardia Civil para evitar que se levante la persiana, hecho que no se puede realizar porque el nuevo contrato del bar está impugnado ante la justicia.

Las críticas hacia la nueva corporación municipal también aparecen por contratos relacionados con la gestión del centro. "Necesitábamos reparar la cocina del bar para mejorar el servicio y conseguimos que una empresa cercana nos ofreciese un contrato de 4.500 euros; pero ahora el alcalde ha presentado una nueva licitación que llega hasta 9.000 euros", concluyen los vecinos, que asegurán que este aumento de los costes se debe a la relación del padre del alcalde con la empresa propuesta para la reforma. Mientras, las pancartas y los carteles seguirán en Castejón de las Armas exigiendo una administración justa con todos.

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