Feminicidio

De la terapia al colegio: guías sobre cómo actuar con los huérfanos de la violencia machista

Familias y profesionales desconocen cómo intervenir con menores cuyas madres han sido asesinadas en crímenes de género

Un niño sujeta un peluche.

Un niño sujeta un peluche. / Imagen de archivo / Pixabay

Violeta Molina Gallardo

Eres menor, tu madre ha sido asesinada por tu padre y no sólo tienes que hacer frente a esa "terrible experiencia", sino que la adversidad se extiende y sufres desprotección y vulnerabilidad económica, incluso 'bullying' en el colegio. Ni familias ni profesionales están preparados para dar apoyo y acompañar a los huérfanos de la violencia de género en el largo camino de la justicia, la recuperación y la reparación. Ante esta realidad, el Fondo de Becas Soledad Cazorla y la Fundación Mujeres han elaborado unas guías prácticas con pautas de intervención psicológica, educativa, económica y jurídica.

En España, 391 niños y niñas se han quedado sin madre como consecuencia de la violencia de género desde 2013. El feminicidio tiene consecuencias en sus vidas: un impacto físico, emocional, cognitivo, conductual y social. También consecuencias familiares, legales y económicas y las familias que se hacen cargo de estos pequeños (que también padecen la pérdida de la mujer asesinada) muchas veces no saben cómo actuar. Profesionales de la educación, la psicología o el derecho, tampoco.

Fundación Mujeres y el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto son conscientes, por su experiencia de acompañamiento directo a las familias de esos menores, de "la dificultad que supone enfrentarse a todos los trámites burocráticos y al día a día después de la tragedia acaecida". Son casos poco frecuentes para los que no suele haber protocolos específicos, lo que dificulta a su vez que los profesionales sepan cómo intervenir con niños y niñas. Eso les ha llevado a elaborar dos guías, financiadas por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, para ayudar a familias y profesionales en la reparación del daño, el apoyo y la protección de estas víctimas tan vulnerables de la violencia machista.

"Tras el homicidio o asesinato de sus madres, estas niñas, niños y jóvenes, así como las familias que se hacen cargo de ellos y ellas, se encuentran generalmente en una situación de desprotección y, en muchas ocasiones, de vulnerabilidad económica sobre las que es necesario intervenir, brindando una atención y un acompañamiento especializado, basado en sus necesidades", se explica en la 'Guía práctica para el apoyo y acompañamiento de huérfanos y huérfanas de la violencia de género dirigida a profesionales'.

Fuentes de la Fundación Mujeres indican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, que son pocos los casos: "Pretendemos que las guías lleguen a los profesionales que trabajan con estas familias y que muchas de las veces no saben cómo actuar. Esto es como una enfermedad rara, puede que tengas que abordar un caso en tu vida o ninguno, pero hay que saber cómo hacer".

¿Qué derechos tienen huérfanos y huérfanas? ¿Pueden acceder a ayudas públicas o gestionar un abogado de oficio? ¿Cómo pueden cambiar sus apellidos? ¿A qué instituciones han de recurrir para recibir atención psicológica gratuita? ¿Pueden personarse como acusación particular en el proceso penal? ¿Cómo gestionar su herencia y evitar que el asesino se deshaga de sus bienes patrimoniales? ¿Qué sucede con la custodia y la tutela de estos niños y niñas? La guía para las familias responde a estas cuestiones y explica de forma práctica cómo y en qué lugar pueden gestionarse esos trámites.

Por su parte, la guía para profesionales se orienta a cuatro ámbitos: educativo, psicológico, ayudas económicas y atención jurídica.

Atención psicológica

En el documento se incide en que la violencia de género afecta a los menores en el plano físico, emocional, cognitivo, conductual y social, y que esto se ve agravado en caso de asesinato de la madre. De ahí que sea "imprescindible" que hijos e hijas cuenten con atención psicológica tanto de urgencia, tras el crimen, y de continuidad y que la terapia la dirijan profesionales especializados en perspectiva de género y violencia.

Avisa la guía de que el retraso en el crecimiento y el desarrollo motor, las alteraciones del sueño y de la conducta alimentaria, enfermedades y síntomas psicosomáticos, hiperactivación e hipervigilancia son algunas de las consecuencias físicas que pueden sufrir los pequeños y pequeñas.

Síntomas de depresión y ansiedad, baja autoestima, trastorno de estrés postraumático, trastornos del apego, disociación y dificultades en el manejo de la rabia son consecuencias emocionales. También pueden registrarse retrasos en el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y el lenguaje y alteración del rendimiento escolar; conductas violentas y/o autodestructivas, absentismo escolar, déficit de atención, hiperactividad y conductas regresivas en el desarrollo.

En lo social, los pequeños pueden tener problemas de adaptación escolar, pocas habilidades sociales y dificultad para crear y mantener vínculos.

En la guía se da información sobre las instituciones a las que acudir para recibir ayuda psicológica: centros de la mujer, oficinas de atención a víctimas, servicios sociales de los ayuntamientos y servicios de atención psicológica de diputaciones provinciales y comunidades autónomas.

Respuesta de la comunidad educativa

Tras el asesinato de la mujer, las instituciones deben coordinarse con el objetivo de que los centros escolares contribuyan a la recuperación y la reparación de los niños y las niñas.

En estos casos de feminicidio, la guía explica que los servicios sociales se han de poner en contacto con el centro educativo en el que están escolarizados para informar al profesorado y sensibilizar al alumnado con el objetivo de evitar situaciones de acoso escolar. Estas intervenciones son "esenciales" para chicos y chicas.

Los servicios sociales han de contactar con el servicio de orientación escolar y la jefatura de estudios para explicarles la situación y cómo deben actuar para informar al resto de compañeros y trasladarles pautas de actuación con los alumnos afectados. Piden un especial cuidado para detectar casos de 'bullying'.

"Desde el Fondo de Becas Soledad Cazorla, gracias a las experiencias que relatan las familias, se ha detectado que en muchas ocasiones huérfanos y huérfanas sufren por parte de sus compañeros y compañeras un doble estigma: pasan de ser víctimas a ser hijos/as de un asesino, cuando el padre es el agresor. Este doble estigma lleva a algunos huérfanos a ser víctimas de acoso escolar. En este sentido, es imprescindible que desde el personal docente se brinde información y sensibilización al alumnado", señala la guía.

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El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

Las víctimas de maltrato sordas, con discapacidad auditiva, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.