Como sucede sucede a nivel mundial, en España la investigación por tipo de cáncer presenta una mayor dedicación al colorrectal, pulmón, mama, melanoma y cánceres no-sólidos como los linfomas o el mieloma. Sin embargo, aquellos tumores con supervivencias más bajas -pulmón, páncreas, hígado, estómago y esófago, que representan el 38,3% de la mortalidad anual en nuestro país-, sólo cuentan con el 17,7% de toda la financiación pública y el 21,8% de todos los ensayos clínicos llevados a cabo en España. Es decir, la investigación clínica está por debajo de las necesidades de los pacientes.

Son algunos de los datos que contiene la segunda edición del informe 'Comprometidos con la investigación en cáncer', que este lunes han presentado en CaixaForum Madrid la directora general de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Isabel Orbe, y el director del área de Relaciones con Instituciones de Investigación y Salud de la Fundación ”la Caixa”Ignasi López. El estudio analiza el estado de la investigación y la innovación en cáncer en España. Es la continuación del que impulsaron en 2018 -con datos de 2007 a 2016- y, esta vez, abarcar el periodo 2016-2020.

Con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es ya la principal causa de muerte en el mundo: en 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de fallecimientos, es decir, casi uno de cada seis de los que se registran. En el acto, Ramón Reyes, presidente de la AECC, aludió a un aspecto muy preocupante: el impacto de la pandemia de coronavirus en el cáncer. En concreto, se refirió a la advertencia que ha realizado un comisión de expertos -creada por la revista The Lancet Oncology, una de las más relevantes en su ámbito- de que habrá una epidemia de cáncer en Europa en la próxima década si no mejora la sanidad y la investigación. En concreto, este panel calcula que en el último bienio se han dejado de realizar un millón de diagnósticos de cáncer en todo el continente.

La financiación filantrópica

En este contexto, la financiación filantrópica, se revela clave en la investigación contra el cáncer en los últimos años ya que muchos casos de cáncer se pueden curar si se detectan a tiempo y se tratan eficazmente. Cuanta más inversión en investigación, subrayaron los ponentes, mayores posibilidades de acabar con la enfermedad. A pesar de que el gasto general en I+D+i ha recuperado los niveles de 2010, el documento indica que el 1,41% actual de PIB dedicado por España a investigación queda lejos del 2% que el Plan Estatal para la Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2017-2020 establecía para 2020, el año en el que estalló la pandemia. España es el país con el menor crecimiento del gasto en I+D en términos de PIB de todos los países de referencia, con un ligero incremento del 1,36% al 1,41% en los últimos diez años.

La financiación que corre a cargo de de las entidades filantrópicas es la que más aumentó entre 2015 y 2020 hasta alcanzar los 140 millones de euros

En cuanto a la financiación de la investigación oncológica específicamente, el estudio indica que la que corre a cargo de de las entidades filantrópicas es la que más aumentó entre 2015 y 2020 hasta alcanzar los 140 millones de euros (126,5% de variación entre 2015-2017 y 2018-2020). La financiación pública nacional, que le ha dedicado 347 millones de euros en los cinco últimos años, ha presentado un ligero aumento en el periodo 2018-2020. En cuanto a la captación de fondos europeos, se ha recuperado en 2019 y 2020 con valores cercanos a los del año 2017. Entre 2015 y 2020, supusieron un aporte de 205 millones a este ámbito.

En la presentación se destacó que España se ha consolidado con el tiempo como uno de los países más competitivos en atracción de fondos europeos en investigación en oncología, tanto en número de proyectos como en importe financiado (por número de habitantes) y los investigadores españoles han sido coordinadores en más del 70% de sus participaciones, el ratio más alto del panel.

Una científica en un laboratorio.

En cuanto a la innovación, el apoyo público a este capítulo en cáncer en España se muestra mayoritariamente en forma de préstamos a través del Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) -con más del 80% de la financiación reembolsable- lo cual sitúa en desventaja a las empresas innovadoras de España frente a las de otros países, que tienen más acceso a subvenciones. Las empresas sufren un sobreendeudamiento que limita su crecimiento en un sector que, además, tiene un alto riesgo en fases tempranas. Sin embargo, el estudio precisa que, en 2020, se observa un cambio de tendencia gracias a los fondos Next Generation y a los programas Misiones Grandes Empresas y Neotec.

El informe, con asesoría científica de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), utiliza datos públicos, proporcionados por las tres agencias nacionales: Agencia Estatal de investigación (AEI), Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y CDTI. En el ámbito privado se recogen los datos de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) así como de las principales entidades filantrópicas.

Cánceres más prevalentes

El estudio también observa el incremento en la financiación de proyectos de transferencia en cáncer por parte de las entidades filantrópicas, con un punto de inflexión importante a partir del año 2018-2019, coincidiendo con la apertura y consolidación de convocatorias competitivas en innovación y transferencia por parte de algunas de las entidades filantrópicas como la propia Asociación Española Contra el Cáncer y la Fundación ”la Caixa”.

La financiación pública a proyectos de I+D empresarial se concentra en cánceres más prevalentes donde el desarrollo tecnológico en diagnóstico y tratamiento se encuentra más avanzado

"La investigación en cáncer es el mejor camino para reducir el impacto de la enfermedad. Para lograr el avance hacia tratamientos y técnicas más avanzadas, ofrecemos apoyo continuado a centros de referencia como el Vall d'Hebron Instituto de Oncología o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Además, impulsamos el talento emergente y los proyectos de investigación básica, clínica o traslacional de mayor calidad a través de nuestras convocatorias de ayudas a la investigación y la innovación", indicó en el acto Ignasi López.

La financiación pública en investigación básica, se centra en tumores del sistema nervioso central (11,7%) y leucemia (11,3%), los dos con menor prevalencia entre la población

Con la información del informe, la financiación pública a proyectos de I+D empresarial se concentra en cánceres más prevalentes donde el desarrollo tecnológico en diagnóstico y tratamiento se encuentra más avanzado como cáncer colorrectal (32,7%) y próstata (7,9%). La financiación pública en investigación básica, se centra en tumores del sistema nervioso central (11,7%) y leucemia (11,3%), los dos con menor prevalencia entre la población y en los cuales el sistema de innovación y transferencia se encuentra menos desarrollado.

A pesar de todo, España tiene grupos de investigación en cáncer de gran de calidad, destacaron los ponentes, lo que se refleja en el hecho de que nuestros investigadores continúen involucrados en el 3% del trabajo publicado en el ámbito científico a nivel mundial, manteniendo su posición en el top10 de países que más publican sobre cáncer y logrando una especialización mayor (desde 2016, el 4% de toda la investigación en España está relacionada con el cáncer).

Acelerar los nuevos tratamientos

El reto actual en oncología pasa por acelerar el acceso a nuevos tratamientos. Fundamental, la realización de ensayos clínicos y el sistema sanitario español contribuye muy activamente a la investigación. Aunque el crecimiento en volumen de ensayos fue más sustancial entre 2010 y 2016, España ha crecido en los últimos cinco años más que cualquier de los países analizados. Con todo, sigue por detrás de los Países Bajos y Francia en ensayos clínicos por habitante.

Eso, sí hay una clara prevalencia de los ensayos de patrocinio privado aunque esa importancia va disminuyendo -eran el 77% en 2010 y el 68% en 2019- ya que en los últimos 4 años se verifica un aumento de los ensayos clínicos independientes, remarca el estudio: en 2019, por ejemplo, el ISCIII puso en marcha una convocatoria de ensayos clínicos independientes.

Directamente relacionado con el desarrollo del sistema español en la última década, se observa el crecimiento de ensayos en fase 1 con respecto al año 2010. Los ensayos clínicos independientes presentan una mayor predominancia en fases iniciales y sin fase (observacionales, aparatos). España tiene una distribución por fases en la última década con alguna preferencia por los ensayos en fase 2 y 3, aunque esta tendencia se está revirtiendo a favor de ensayos en fases iniciales y sin fase.

Perfil de los investigadores

Isabel Orbe, directora general de la Fundación Científica de la AECC, indicó que la organización trabaja para corregir "las desigualdades en el acceso a los resultados de investigación y llevarlos directamente al paciente". Eso, precisó, pasa por invertir en tumores con la supervivencia baja y cánceres poco frecuentes, mejorar el entorno laboral de los investigadores y potenciar su presencia en proyectos internacionales. Una buena parte del esfuerzo de la entidad se dedica a que los investigadores tengan las herramientas necesarias y puedan participar y liderar estudios de alta calidad. Ayudas como Cancer Gran Challenges, junto al Cancer Research UK y National Cancer Institute, están pensadas para el desarrollo internacional de la carrera de los científicos.

Por otro lado, el informe no constata "una mejora significativa" en el liderazgo femenino ni en la entrada de jóvenes que lideren proyectos en el ámbito de la investigación oncológica. En este sentido, el español es un sistema envejecido donde resulta difícil consolidar el talento investigador, lo que pone en peligro la sostenibilidad del sistema a largo plazo. La edad media de los investigadores principales, 50 años.