En una cumbre que ya figura entre las más largas de la historia, cuyo plenario final ha sido reprogramado varias veces a lo largo de el sábado y en la madrugada del domingo, los resultados que se pueden esperar apuntan a un acuerdo que no eleva la ambición desde el Pacto de Glasgow, producto de la pasada cumbre del clima celebrada en Escocia.

Según avanzó a un grupo de periodistas la ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, el último documento negociado al que las delegaciones tuvieron acceso es “mucho mejor” en el ámbito de la mitigación del cambio climático en comparación con el planteado hace unas horas por la presidencia de la cumbre, que anunciaba un posible retroceso en acción climática respecto al Pacto de Glasgow.

“Nos quedamos como estábamos en mitigación al principio, con muy poquito más encima de la mesa. Suficiente como para seguir acelerando en el tiempo por venir pero obviamente muy por debajo de nuestras expectativas”, aseguró Ribera.

Según la ministra, algunas de las demandas del bloque negociador de la Unión Europea no se han visto reflejadas en este último texto, como es el caso, por ejemplo, de plasmar en el documento la necesidad de lograr el pico de emisiones de gases invernadero en 2025, como recomienda la comunidad científica.

Tampoco ganaron en las negociaciones la batalla por incluir una petición a los países de acabar progresivamente con las plantas de producción de energía a partir de combustibles fósiles que no cuenten con tecnologías de captura de carbono, empezando por el carbón pero continuando con el petróleo y el gas.

Otra de las grandes peticiones de la UE en la discusión sobre cómo contener el calentamiento por debajo del grado y medio respecto a los niveles preindustriales era la de fijar en el documento la obligación de revisar anualmente los compromisos de reducción de emisiones establecidos a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés).

calentamiento

Ribera lamentó que no se hubiera incluido en el texto una obligación más firme en ese sentido, pues la propuesta de decisión que ha planteado la presidencia afirma que “esto se puede hacer pero solamente por quien esté dispuesto a ello y no de carácter general por todas las partes”, lo que “da cobertura a grandes emisores que no están dispuestos a revisar sus compromisos más que cada cinco años”.

“Para nosotros era fundamental consolidar esa necesidad de eliminar los combustibles fósiles cuanto antes, y ese compromiso de seguir incrementando ambición y revisarla anualmente”, señaló la ministra, que criticó que la propuesta en lo relativo a mitigación, si bien “no da un paso atrás” respecto a lo acordado en Glasgow, “tampoco avanza”.