El acoso sexual en el trabajo es aún una realidad oculta y ocultada en España. Para derribar el velo que silencia y paraliza a las víctimas y protege a los agresores, CCOO ha puesto en marcha el primer Observatorio de acoso sexual y por razón de sexo, una ventana tanto para para ayudar a las mujeres como para estudiar esta problemática cuantitativa y cualitativamente.

"Las mujeres sufrimos violencia en los centros de trabajo, los entornos laborales no son asépticos al machismo. El machismo entra por las puertas del trabajo cuando las plantillas entran por las puertas y, si no podemos tolerarlo fuera, tampoco dentro de los centros. Ahí tenemos a las mujeres rehenes porque necesitan poder trabajar para ser independientes", explica a El Periódico de España la secretaria Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal.

Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, más de un millón de mujeres ha sufrido acoso sexual en el entorno laboral y el 2,1 % de las mujeres mayores de 16 años que viven en España han sido amenazadas con consecuencias desagradables en su trabajo, por ejemplo con ser despedidas, si rechazaban propuestas sexuales. El 17 % de los casos de acoso sexual tienen lugar en el trabajo.

Una violencia oculta

Sin embargo, una gran mayoría de estos casos no se denuncia. La falta de visibilidad de esta violencia machista unida a la responsabilidad que los sindicatos tienen para luchar contra ella ha llevado a CCOO a crear un observatorio digital al que puedan acudir tanto las víctimas como delegados y delegadas sindicales a pedir ayuda y orientación. Una herramienta que también trabajará como órgano de recogida, análisis y difusión de información relativa al acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral.

"Queremos poner en el centro de la lucha contra la violencia machista que esto también sucede dentro de los centros de trabajo y que lo que pasa en las empresas cuando se acosa sexualmente a las mujeres también es violencia machista. No queremos que sea algo privado que se sufra íntimamente, es una lacra social que tenemos que hacer pública par que haya reprobación social, igual que se hace fuera de los centros de trabajo", subraya Vidal.

El acoso sexual en el trabajo no está visibilizado por dos motivos, continúa, "porque dentro de las empresas se responsabiliza claramente a la mujer y, en segundo lugar, los hombres dan poca importancia a vivir en un contexto de acoso sexualizado, que se tolera más que otros tipos de acoso".

En la web del Observatorio la ciudadanía dispondrá de una fórmula para contactar con CCOO por este motivo. En el correo observatorioacoso@ccoo.es se prestará ayuda a quien lo necesite. Este canal de comunicación, estiman desde el sindicato, resultará especialmente necesario en el contexto de las pequeñas empresas y para aquellas empleadas que trabajen como empleadas de hogar o asistentes de ayuda a domicilio: "Las trabajadoras deben sentir que cuentan con una ventana a través de la cual gritar que están sufriendo este tipo de violencia y sentir que alguien las escucha, orienta sobre cómo actuar, refuerza y ayuda", avanza el sindicato. 

"El formulario, que conservará todos los datos de intimidad, contará con una pequeña casilla para poner un correo electrónico y decir que se necesita ayuda por un caso de acoso, o bien para que un delegado sindical solicite ayuda. Reconduciremos los casos a un delegado, al comité de empresa, donde estimemos necesario para que esa persona reciba la ayuda que precisa", sostiene la responsable sindical.

CCOO pretende que el Observatorio constituya además una "llamada" a todo su activo sindical así como al conjunto de las personas trabajadoras para acabar con el silencio y empezar a contar lo que ocurre.

La herramienta, que cuenta con el asesoramiento de expertas, proveerá además de información útil a empresas y delegados sindicales: aportará legislación, modelos de protocolos contra el acoso y enlaces a instituciones y organismos que trabajan esta cuestión.

Ofrecerá recomendaciones y propuestas para mejorar los indicadores y sistemas de información relacionados con el acoso sexual y aspira a elaborar informes y estudios sobre esta problemática, así como constituir un foro de intercambio y comunicación entre organismos públicos y la sociedad.

La Organización Internacional del Trabajo define el acoso sexual como "todo comportamiento de naturaleza sexual en el lugar de trabajo, o relacionado con el trabajo, que puede ser razonablemente percibido por la persona que es objeto, como que crea un ambiente de trabajo ofensivo, intimidatorio, hostil o humillante o que es utilizado para tomar una decisión que afecta el empleo de la persona o su situación profesional”. Es un delito tipificado en el Código Penal y se considera un tipo de violencia machista.

El acoso sexual puede ser de tipo físico (violencia, tocamientos o besos indeseados, acorralamiento, amenazas para obtener favores sexuales), verbal (comentarios sexuales, insultos basados en el sexo de la víctima) y/o conductas no verbales (exhibición de material sexualmente explícito, gestos sexuales, miradas lujuriosas, silbidos...).

Vidal destaca que no existe un perfil de víctima, pero sí de acosador, que suele ser un superior jerárquico o un compañero cercano.

Desde CCOO sostienen que la raíz de estos acosos se cimenta en dos realidades: la desvalorización de las mujeres y del trabajo femenino y el sexismo como rasgo cultural presente en los entornos laborales.

Pide ayuda

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010. Todos los recursos contra la violencia de género.