El 28 por ciento de los españoles de 25 a 34 años todavía no tiene un título de segunda etapa de educación secundaria (es decir de 4º de la ESO, Bachillerato, Formación Profesional Básica o de Grado Medio), lo que representa el doble de la media de los países de la OCDE. Este es uno de los datos más destacados del informe 'Panorama de la Educación 2022. Indicadores de la OCDE', que han presentado este lunes el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, y el director del Programa de Indicadores del Sistema Educativo de la OCDE, Abel Schumann.

En el estudio, que en esta ocasión se centra en la educación superior, se señala que la "educación terciaria", la que equivale en España a los estudios de Formación Profesional (FP), se ha convertido en el nivel educativo más común, al pasar del 34 por ciento en el año 2000 al 49% en 2021. Según el informe, entre 2000 y 2021 la proporción de personas en la citada franja de edad con estudios de FP (educación terciaria) aumentó en el conjunto de los países integrantes del estudio una media de 21 puntos porcentuales, del 27 al 48 por ciento.

En España creció, aunque a un ritmo más lento, 15 puntos, del 34% en 2000 al 49% en 2021, por lo que es uno de los 24 países de la OCDE donde el terciario es el nivel educativo más común alcanzado por las personas de 25 a 34 años.

Durante la presentación, el secretario de Estado ha destacado que la educación ha vivido una expansión sin precedentes, si bien ha admitido que existe todavía margen para seguir avanzando, de ahí que haya recordado la apuesta del Ministerio por la FP, por la mejora de la equidad del sistema educativo y el impuso de las competencias digitales. En el análisis de la OCDE se recuerda que la segunda etapa de educación secundaria a menudo se considera la cualificación mínima para una participación exitosa en el mercado laboral.

A pesar de que el nivel educativo ha aumentado en general, todavía el 14% de los adultos jóvenes (de 25 a 34 años) en la OCDE abandonaron la educación sin uno de estos títulos en 2021, lo que supone 5 puntos porcentuales menos desde 2011. En España, el porcentaje pasó del 35 por ciento en ese año al 28 por ciento en 2021. En este país, como en la mayoría de los de la OCDE, existen grandes diferencias en función de las regiones.

Así, la comunidad con mayor porcentaje de personas de 25 a 65 años con estudios terciarios fue el País Vasco, con un 56%, mientras que la ciudad autónoma de Ceuta, fue la de menor porcentaje, un 25%. La OCDE recuerda, en su informe, que la probabilidad de tener un empleo aumenta con el nivel educativo alcanzado, pero varía según el tipo de estudios.

Títulos universitarios

En España, las personas de 25 a 64 años con un título universitario en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) cuentan con las mejores perspectivas, con una tasa de empleo del 88 por ciento. Sin embargo, llama la atención que los estudiantes de TIC representan tan sólo el 6 por ciento de los nuevos matriculados en la educación terciaria en España, mismo nivel que la media de la OCDE.

En 2020, menos de dos tercios de los graduados en programas de segunda etapa de educación secundaria en España tuvieron acceso a la Formación Profesional (educación terciaria), lo que limita, según el informe, las posibilidades de los graduados de continuar sus estudios y reduce el atractivo de los programas de FP.

La edad media de graduación en la segunda etapa de educación secundaria es de 24 años en España, ligeramente por encima de la medida de la OCDE, que es de 22 años, según el informe.

En 2019, España gastó el 4,3 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) en instituciones de educación primaria a Formación Profesional, mientras que la media en los países de la OCDE fue del 4,9 por ciento.

La OCDE destaca también que este país cuenta con una proporción relativamente alta de personal académico de mayor edad en comparación con la media de los países analizados. Y es que, según el informe, en 2020 el 47% de los docentes en España tenían 50 años o más, mientras que este porcentaje baja al 40% en el caso de los países de la OCDE.