Portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, alcalde de Soto del Real y padre de tres hijos (un bebé de nueve meses, un niño de 3 años y una niña a punto de cumplir los 5), Juan Lobato (Madrid, 1984) ha propuesto esta semana en el Parlamento madrileño que los colegios públicos madrileños abran sus puertas desde las siete de la mañana a las siete de la tarde. El objetivo es “facilitar la conciliación” de aquellos padres y madres que “estén contra las cuerdas” por los rígidos horarios laborales y necesiten “de vez en cuando” alguna hora extra para poder compaginar su trabajo y la vida escolar de sus hijos e hijas. La propuesta causó estupor en las redes sociales, donde los usuarios achacaron al socialista querer poco menos que encerrar a los hijos. Lobato, entrevistado por El Periódico de Catalunya, asegura que las personas que criticaron su proyecto solo leyeron el titular que publicó la prensa y no su propuesta entera.

Su propuesta de abrir los coles de 7.00 a 19.00 ha causado un torbellino. 

Pues hemos conseguido abrir un debate nacional. Y eso que yo hice una propuesta concreta para Madrid, que es mi ámbito de competencias. Está bien que los políticos hablemos de la vida, del día a día. ¿O es que solo hablamos del Poder Judicial?

¿No es muy exagerado meter a los chiquillos tantas horas en el cole? 

Exagerado, no. Es una locura. ¿Cómo vamos a hacer eso, por favor? La medida propone todo lo contrario. Lo que planteo -por cierto, arropado por Podemos y Más Madrid- es poner encima de la mesa un derecho que existe en muchos países, como Bélgica. En Madrid, los coles abren entre 9.15 horas y 9.30. Y las puertas se cierran a las 15.00 horas. Teniendo en cuenta los desplazamientos en esta ciudad, eso significa que tú dejas a tu hijo a las 9.30 y llegas a trabajar a las 10.00. Después, sales a las 14.15 para estar a las 15.00 y recogerle. No es una situación realista. Nadie trabaja de 10.00 a 14.15 horas.

Lo que hay que hacer es reformar los horarios laborales. 

Efectivamente, hay una primera línea de trabajo que no es competencia de la Comunidad de Madrid y que supone caminar hacia la flexibilización horaria y laboral, así como avanzar en permisos. Yo pido al Gobierno de España que se ponga las pilas con esto. Pero, más allá de esa exigencia, hemos lanzado una propuesta concreta para Madrid. Para todas esas familias que están contra las cuerdas. Vemos una discriminación enorme.

¿En qué sentido? 

Todos los colegios concertados y privados tienen este servicio de permanencias. No sucede lo mismo en los públicos, y menos en las zonas más vulnerables. En los barrios más acomodados, las asociaciones de padres y madres organizan y gestionan estos servicios, que hasta incluyen desayunos. Pero no pasa en todos los centros. Así está la educación pública en Madrid.

Todo depende de las ampas, entonces. 

Claro, que son las que se lo curran. Lo que planteamos es que ese derecho exista para todas las familias, pero no para usarlo de siete de la mañana a siete de la tarde sino que una semana cada dos meses, como le pasó a mi mujer el año pasado que tenía que salir más tarde de su trabajo, puedas ir a buscarle a las 17.00 horas. O puedas dejarle a las siete de la mañana si te tienes que hacer un análisis de sangre.

Muchos criticarán que es un aparca-niños. 

En absoluto. Se realizarían tres actividades. Deporte, con lo que también luchamos contra la obesidad infantil, actividades de cultura y creativas, porque la cultura no solo es tocar la flauta, y juegos de robótica.

¿Cuánto dinero costaría? 

35 millones de euros al año. Habría que contratar unos 2.500 monitores y formadores. ¿Es mucho dinero? Recuerdo que la Comunidad de Madrid que tiene 23.000 millones, así que no nos parece tanto. Incluirá, además, desayuno y comida gratis en el cole para rentas menores de 35.000 euros.

Recibió durísimas críticas en redes sociales. 

La gente solo lee los titulares y no escuchó mi intervención entera. En todo caso, muchos me han pedido disculpas. Me han dado caña, pero estoy contento porque hemos generado un debate nacional.

Hay muchas teorías sobre la conciliación, pero lo cierto es que, en la práctica, apenas existe. 

Yo le exijo medidas a Yolanda Díaz y a Pedro Sánchez, pero sé que es muy difícil cambiar el modelo. Es decirle a la sociedad española que a los que somos padres se nos genere un derecho de trabajar menos horas al día y nueve meses al año. Eso sería una utopía. En todo caso, yo siempre hablo de conciliación laboral, familiar y personal. Todos tenemos derecho a ir al cine, o a jugar un partido con unos amigos. Un derecho vital.

¿Usted lleva a sus hijos al cole? 

Claro. Mi mujer trabaja en el programa 'Espejo público' y sale de casa a las seis de la mañana. Yo me encargo de desayunos y mochilas y les voy repartiendo por los coles. La suerte es que mi mujer llega a las 14.30 a casa y les puede recoger.

¿Cómo podríamos conseguir que la natalidad sea una cuestión de estado? 

Complicado. Recuerdo ahora la frase que soltó en redes la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con la ley antitabaco. A los que protestaban por el humo les decía que ella tampoco tenía por qué aguantar los llantos de sus hijos.