La Consellería do Medio Rural de A Coruña ha dado por extinguidos dos incendios forestales situados en los municipios de Maceda (Ourense) y Ponteareas (Pontevedra). Además, ha quedado ya controlado el fuego de A Mezquita, en Ourense, con 150 hectáreas quemadas.

Son las principales novedades que recogió este viernes el parte de incendios de la Xunta, actualizado a las 19.30 horas, en el que todavía figuran ocho fuegos sin extinguir —con una extensión afectada total de 2.228,15 hectáreas—. De todos ellos, hay tres que siguen activos: Verín (Ourense), Caldas de Reis (Pontevedra) y Boiro (A Coruña). Asimismo, estos dos últimos tienen activada la Situación 2 por la proximidad de las llamas a viviendas.

En cuanto a los ya apagados, el de Maceda afectaba a la parroquia de Castro de Escuadro y ha sido dado por extinguido a las 19.30 horas del viernes tras arrasar 120,55 hectáreas, aunque solo cuatro de arbolado y el resto, de raso, según las estimaciones de la Xunta. De hecho, Medio Rural destacó su intencionalidad porque se había iniciado en “tres focos diferentes y simultáneos”.

También ha quedado extinguido el de Ponteareas, parroquia de Padróns, a las 18.12 horas. Ha arrasado 15,6 hectáreas, todas ellas de monte arbolado.

Pero las situaciones más preocupante en la tarde de este viernes fueron las de los fuegos de Caldas y Boiro, con la Situación 2 activada. El primero, con 450 hectáreas calcinadas, se ha iniciado en la parroquia de Salar y ya se ha extendido al municipio vecino de Vilagarcía de Arousa. Todavía permanece vigente “como medida preventiva” la alerta por la proximidad de las llamas a viviendas, aunque la Xunta destaca que “evoluciona favorablemente”.

En lo que respecta al de Boiro —parroquia de Cures—, afecta a unas 400 hectáreas y se ha extendido a A Pobra. El avance de las llamas también ha obligado a activar la Situación 2 por la proximidad del fuego al núcleo de Piñeiro, aunque el alcalde, José Ramón Romero, también advertía que estaba cerca de la población de Sampaio, ya en el municipio de A Pobra do Caramiñal.

Además, sobre las nueve de la noche, el Medio Rural también activó esta alarma en Ames (A Coruña), donde se registró un nuevo incendio forestal que estaba próximo a viviendas del núcleo de Guitiande, en el municipio vecino de Brión. Según el Gobierno gallego, se trata de un fuego iniciado a las 18.52 horas de la tarde y que ronda las seis hectáreas quemadas hasta el momento. Se han movilizado tres agentes, cuatro brigadas, seis motobombas, cinco aviones y cuatro helicópteros.

Según informa la Xunta, se trata de un fuego iniciado a las 18.52 horas de la tarde y que ronda las seis hectáreas quemadas hasta el momento. Se han movilizado tres agentes, cuatro brigadas, seis motobombas, cinco aviones y cuatro helicópteros.

En Verín (Ourense), continúa activo con un balance de 600 hectáreas arrasadas el fuego que se inició el miércoles con más de una decena de focos, por lo que las autoridades tienen clara su intencionalidad. Este incendio “evoluciona favorablemente hacia su estabilización”, subraya la Xunta, que destaca también que ya no tiene riesgo para los núcleos de población.

Controlado ha quedado, desde las 18.49 de ayer, el fuego forestal de A Mezquita, parroquia de O Pereiro, con 150 hectáreas quemadas. Mientras tanto, continúa estabilizado el de la parroquia de Mourentán, en Arbo (Pontevedra), con un balance de 400 hectáreas; y el de la parroquia de Barcela, en este mismo ayuntamiento, sigue controlado con 82 hectáreas afectadas.

“Estaba toda la aldea fuera de sus casas”

Los incendios en Galicia, algunos de ellos próximos a viviendas, han obligado a evacuar a vecinos que se encontraban en peligro. Ocurrió en Castroagudín (Vilagarcía de Arousa), donde se vivieron momentos de gran tensión por el fuego declarado en el monte Xiabre, que también afectó a Caldas. “Aquí estaba toda la aldea fuera de sus casas. Fue igual que en 2016, también hacía mucho viento”, recuerda Manuel Cespón. Su vecino José Abalo también tuvo que salir a medianoche de su casa: “Fue igual que en 2016, empezó en el mismo sitio y también hacía este aire”, coincide. “Aquí estuvieron dos camiones echando agua a mis ventanas y a toda la casa porque el fuego estaba al lado”, relata mientras se sube en la moto. “Te está ardiendo allí, José”, le avisa otro vecino. Y es que el viento sigue soplando con fuerza y las temperaturas suben a medida que va avanzando el día, el cóctel perfecto para que las llamas rebroten.