El Defensor del Pueblo habilitará a partir de este miércoles diferentes canales a los que podrán acudir las víctimas de abusos en la Iglesia para trasladar sus testimonios y participar así en la investigación encargada por el Parlamento para esclarecer los casos de pederastia en esta institución.

Las víctimas tendrán a su disposición a partir de mañana el teléfono gratuito 900 111 025, el correo electrónico atencionvictimas@defensordelpueblo.es, un correo postal, así como la posibilidad de acudir personalmente a las dependencias del Defensor y reunirse con los expertos de la Unidad de Atención.

Así lo ha anunciado este martes el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, que ha presidido la reunión constitutiva de la comisión asesora, que será la encargada de elaborar un informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos.

Arranca así esta comisión de investigación que el Parlamento encomendó el pasado mes de marzo al Defensor del Pueblo con el objetivo de determinar hechos y responsabilidades, proponer procedimientos de reparación a las víctimas y diseñar medidas para la prevención y atención a las mismas.

La comisión asesora está formada por 20 personas, entre las que se encuentra el propio Gabilondo, así como las adjuntas primera y segunda de esta institución, Teresa Jiménez-Becerril y Patricia Bárcena, y 17 expertos con experiencia en atención a víctimas, conocimientos en el ámbito jurídico, en el de los derechos humanos, en victimología o en la docencia.

Reparación a las víctimas

Su objetivo, tal y como destacó Gabilondo el pasado 20 de junio durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, es la de "determinar hechos y responsabilidades, proponer procedimientos de reparación a las víctimas e impulsar medidas de prevención y protocolos de actuación para evitar que esto pueda volver a suceder".

Junto a la comisión asesora, el Defensor ha creado otros dos ámbitos de actuación: un Foro de Asociaciones que será el espacio en el que los representantes de las asociaciones de víctimas que lo deseen aportarán su experiencia y posiciones a través de diferentes sesiones de trabajo, y una Unidad de Atención a las Víctimas.

Esta Unidad está compuesta por profesionales con experiencia en el ámbito de la atención a las víctimas y su labor se centrará en atender y escuchar a quienes acudan a exponer su testimonio.

Las asociaciones de víctimas han valorado la composición de la comisión, formada por profesionales con una amplia experiencia en la investigación de los abusos en la Iglesia y el acompañamiento a los afectados.

Entre ellos se encuentran expertos como el coordinador del Proyecto Repara de la Archidiócesis de Madrid, Miguel García-Baró López; Juan Carlos González Martín, miembro de Eshma, organización para el acompañamiento a supervivientes de abusos sexuales; o Paula Merelo Romojaro, autora del libro Adultos vulnerados en la Iglesia, entre otros.

Sin embargo, Miguel Hurtado, víctima de abusos por parte de un religioso y miembro de la Plataforma Tolerancia 0, ha denunciado las "importantes carencias" con las que, a su juicio, nace esta comisión.

En declaraciones a Efe, Hurtado ha lamentado que no existan recursos de atención psicosocial a medio y largo plazo para hacer un seguimiento a las víctimas, que la Conferencia Episcopal Española (CEE) "se niegue a colaborar" en la investigación y que la comisión no cuente con poderes coercitivos para obligarles a participar o para exigir documentos.

Tampoco -recuerda- puede obligar a comparecer a los encubridores de los abusos, por lo que Hurtado teme que la comisión se vaya a limitar a entrevistar a las víctimas que quieran contar su historia.

"No es una comisión de investigación de vulneraciones de derechos humanos homologable a nivel internacional", advierte esta víctima.

Desde la Asociación Infancia Robada (AIR), su presidenta, Ana Cuevas, confía sin embargo en que la comisión de investigación pueda tener efectos prácticos en las víctimas y establezca indemnizaciones, ayudas para terapias, para la reinserción laboral de los afectados o para los estudios.

"Tengo bastantes esperanzas en esta comisión porque las víctimas también están presentes", ha señalado Cuevas a Efe, que ha lamentado el silencio y la impunidad que ha rodeado durante años los casos de abusos en sexuales en la Iglesia.

Confía, además, en que las recomendaciones que se deriven de esta investigación liderada por el Defensor se puedan aplicar también al resto de los ámbitos en los que tienen lugar los abusos sexuales a menores.