El 21 mayo de 2021 entraba en vigor la Ordenanza Municipal Reguladora del Uso y Disfrute de los Arenales del Término Municipal de Vigo, aprobada en el pleno del Concello. El artículo 12 de la normativa, publicada aquel viernes de primavera en el Boletín Oficial da Provincia de Pontevedra (BOPPO), versa sobre las normas de carácter higiénico sanitarias en las playas viguesas, y en él se enumera todo lo que está prohibido hacer, con un primer punto claro y meridiano: La evacuación fisiológica en el mar o en la playa. El Ayuntamiento fomentará, donde no los hubiese de carácter permanente, la instalación de baños públicos accesibles durante la temporada de baño.

Ese mismo verano, FARO, periódico que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica,  publicaba un reportaje repasando esa normativa, por si vigueses y turistas no tenían tan claro qué cosas sí y cuáles no se podían hacer en los arenales vigueses. El titular, "Cosas de Perogrullo (y no tanto) que están prohibidas en las playas de Vigo", daba a entender que había reglas de sentido común, pero que había otras que, quizá, no se contemplasen como normales por algunos. ¿Se pueden hacer castillos en la arena? ¿Y nudismo? ¿Qué pasa si pescamos o jugamos a las palas? Y si tenemos ganas de miccionar, ¿podemos hacerlo en el mar?... Eran algunas de las dudas que se planteaban en el artículo en cuestión.

Precisamente, la prohibición de orinar en la playa (tanto en la arena como en el mar) ha llamado la atención de algunos medios extranjeros. FARO recordaba, entonces, que hacerlo supondría para su autor una infracción leve, que conllevaría una multa de hasta 750 euros. Y así lo anuncian tanto el popular periódico británico "The Times" como el francés "Le Parisien" en sus ediciones de las ultimas horas.

"Spanish city of Vigo introduces £645 fine for urinating in the sea", titula el tabloide londinense en su artículo. Traducido al castellano sería algo así: "La ciudad española de Vigo introduce una multa de 645 libras esterlinas por orinar en el mar", ilustrado con una foto de bañistas en una playa viguesa.

Artículo sobre la multa por orinar en las playas de Vigo de 'The Times'. THE TIMES

El reportaje, que solo permite su lectura a suscriptores, califica de estricta la norma ("a strict ban"), y aclara que no se han dado a conocer los detalles de cómo se controlará exactamente la nueva regla.

Lo mismo plantea 'Le Parisien' en su noticia, en la que califica de "orinadores sin escrúpulos" a los que incumplen la norma , y titula así : "Espagne: faire pipi dans la mer peut coûter jusqu’à 750 euros d’amende à Vigo", en castellano: "España: hacer pis en el mar puede costar hasta 750 euros de multa en Vigo". Para el periódico parisino ésta es una "práctica corriente, que sin embargo está prohibida".

"El texto del Ayuntamiento de Vigo no precisa cómo las fuerzas del orden van a poder identificar a las personas sin escrúpulos (indélicats, dice) que seguirán orinando en el agua".

'Le Parisien'

"A pocas semanas de las vacaciones y de la llegada masiva de turistas a las costas españolas, el municipio de Vigo (noroeste del país) decidió multar a los "orinadores" sin escrúpulos en sus playas. Pipí bajo estrecha vigilancia. ¿Quién nunca ha hecho pis en el agua, a pocos metros de la playa? Una práctica corriente que, sin embargo, está prohibida en la ciudad de Vigo. Así comienza la noticia del diario francés que además asegura que el municipio regido por Abel Caballero justifica esta norma, que prohíbe "una práctica que puede parecer muy anodina, sobre todo cuando se hace en el agua, porque es una molestia que viola las normas de higiene más elementales, así como una falta de preparación para la vida".

Artículo de 'Le Parisien' sobre la multa por orinar en las playas de Vigo. LE PARISIEN

"¿Cómo identificamos los descuidos?"

El rotativo galo califica de "sorprendente" la ordenanza, aunque "no totalmente incoherente", tras comprobar que el compromiso de la urbe olívica es multiplicar el número de aseos públicos en los alrededores. Sin embargo, al igual que el tabloide británico, 'Le Parisien' termina su artículo con esta reflexión: "Las molestias son mucho más fáciles de identificar que orinar en el mar. Porque el texto del Ayuntamiento de Vigo no precisa cómo las fuerzas del orden van a poder identificar a las personas sin escrúpulos (indélicats, dice) que seguirán orinando en el agua".