En el quinto día de incendio en la Sierra de la Culebra ya no quedaba “llama viva” y el operativo trabajaba en Nivel 1, esto significó que una parte importante de los medios de extinción desplazados volvían a sus lugares de origen.

El operativo de la Junta y del Ministerio de Transición Ecológica aún afrontaban tareas de remate, enfriamiento de perímetro y vigilancia, además de trabajar en la extinción de puntos calientes para evitar reproducciones si las condiciones meteorológicas cambiaran. Por la tarde permanecían en el terreno 132 efectivos y 34 medios terrestres y aéreos.

A lo largo de la jornada el nivel de gravedad de Infocal también descendió a Nivel 1, al considerar el Centro de Coordinación del Operativo Integrado (CECOPI) que el incendio estaba estabilizado.

El balance: cerca de 30.800 hectáreas en un perímetro de 120 kilómetros. El terreno afectado se extiende por los términos de al menos 24 pueblos de la Sierra de la Culebra y del valle del Tera: Ferreras de Abajo, Sarracín de Aliste, Ferreras de Arriba, Litos, Cabañas de Aliste, La Torre de Aliste, Pobladura de Aliste, Mahíde, San Pedro de las Herrerías, Boya, Villardeviervos, Cional, Codesal, Villanueva de Valrojo, Otero de Bodas, Villar de Farfón, Junquera de Tera, Vega de Tera, Milla de Tera, Olleros de Tera, Calzadilla de Tera, Pumarejo de Tera y Melgar

Medio Ambiente cifra en 30.800 hectáreas el desastre, que afecta a 24 pueblos. Alejandro Bermúdez

Los vientos de más de 70 kilómetros por hora, el calor de cerca de 40 grados y la baja humedad complicaron el trabajo de los efectivos hasta la noche del sábado, cuando el descenso de las temperaturas durante el ocaso y a la mañana siguiente facilitó las labores de extinción.

La tormenta seca, los rayos y los fuertes vientos erráticos produjeron once focos entre las 20.00 y las 21.00 horas del pasado miércoles 15 de junio en la Sierra de la Culebra. La simultaneidad de incendios activos en la zona obligó a la Junta a declarar el Nivel 2 de gravedad a las 22.20 horas.

El jueves 16 por la tarde, las llamas se habían llevado por delante casi 900 hectáreas en 24 horas.

Los fuertes vientos y el calor continuaron complicando los trabajos, y el viernes 17 se contabilizaban cerca de 7.000 hectáreas por la mañana y 10.800 por la tarde y ocho pueblos fueron desalojados.

El sábado 18 terminó con más de 25.000 hectáreas quemadas, el corte de la línea del AVE Orense-Zamora y otros once pueblos desalojados.

Las condiciones meteorológicas cambiaron el sábado por la noche. El descenso de las temperaturas y la disminución de fuertes rachas de viento permitieron que los profesionales actuaran sin dificultades excepcionales y los trabajos dieran sus frutos.

A la mañana siguiente ya no había llama y el incendio estaba estabilizado en su perímetro. El esfuerzo conjunto de los profesionales desplegados en el terreno, con la coordinación del Centro Autonómico de Mando y de los Centros Provinciales lograron la bajada a Nivel 1 a las 14.40 horas de ayer, lunes 20 de junio.