Pedro Sánchez ha aprovechado este viernes su participación en un acto sobre la lucha contra la sequía para detenerse en la actual ola de calor, que azota desde hace días gran parte de la península Ibérica, y cargar contra el negacionismo del cambio climático. Rechazar esta “evidencia científica”, ha dicho el presidente del Gobierno, supone un “insulto a la inteligencia”, ya que las investigaciones reflejan que los fenómenos metererológicos extremos se han multiplicado debido al calentamiento global. 

“Muchas veces hablamos del calor de forma anecdótica. Decimos que nos hemos quedado sin primavera, pero el tiempo pasa, llega el otoño y no volvemos a acordarnos de esto hasta que vuelven las temperaturas altas y cada vez más tempranas. Estas temperaturas no son solo una anécdota, sino que tienen efectos muy adversos sobre el medio ambiente”, ha señalado Sánchez en Madrid, durante el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en el que España ha ejercido de país anfitrión, celebrando un acto en el que también han participado, por videoconferencia, el secretario general de la ONU, António Guterres, y el comisario de Medio Ambiente de la UE, Virginijus Sinkevičius.

Contra el "fanatismo"

“Tenemos que relacionar todos estos signos con el cambio climático. Estamos ante una evidencia científica; negarlo es un insulto a la inteligencia de toda la sociedad. Debemos hacer frente al negacionismo y sus consecuencias. Ellos hablan del fanatismo y la religión climática, pero no hay más fanatismo que el de quien niega la evidencia. No hay más camino que la sostenibilidad, la transformación ecológica y la protección del planeta”, ha continuado el jefe del Ejecutivo, quien también ha anunciado una iniciativa sobre restauración de países y de agua, que no ha concretado, con la que combatir la desertificación y el estrés hídrico.  

“Lo hemos sentido esta semana, con temperaturas extremas muy o encima de lo que resulta habitual en esta época del año. Sabemos que esto impacta sobre nuestras espaldas. Es capital trabajar para reducir las causas de estos efectos tan perniciosos”, ha añadido poco después la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera