Los premios Princesa de Asturias ya tienen su galardonado con el premio de Comunicación y Humanidades 2022. La distinción, conocida este miércoles en Oviedo, ha recaído en el periodista y escritor Adam Michnik, histórico director de la 'Gazeta Wyborcza', diario progresista de referencia en Polonia -el mayor del país-, que se fundó tras la caída de la dictadura comunista en 1989.

Michnik está considerado un intelectual clave en la transición del país centroeuropeo hacia la democracia y en los últimos años se ha convertido en una voz comprometida con la paz en Europa y sobre todo con la libertad de expresión, contra las derivas autoritarias en algunos países del Este que se han materializado en el primer conflicto bélico en Europa tras la guerra de los Balcanes.

En tiempos convulsos por lo que sucede en Ucrania, el jurado del premio de Comunicación y Humanidades ha optado por dar valor y ensalzar a uno de los nombres propios periodismo europeo, una de las figuras destacadas y de compromiso constante con la democracia en el continente. Esta candidatura ha sido propuesta por Krzysztof Wielicki, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018. Ha sido apoyada, entre otros, por Olga Tokarczuk, Premio Nobel de Literatura 2018. Competía con otras 39 candidaturas de 16 nacionalidades diferentes.

“Estoy muy contento y agradecido por este premio. Veo en él un reconocimiento a la oposición democrática en Polonia, que tanto aprendió de la Transición española. Igualmente, considero que se distingue la labor de Gazeta Wyborcza, que ha aprendido mucho de la prensa independiente española. Es un gran honor para mí recibir este galardón. Gracias”, señaló Michnik, en un comunicado remitido a la Fundación, en las que son sus primeras palabras tras recibir el "Princesa de Asturias".

En los años ochenta Adam Michnik estuvo en la primera línea contra el régimen comunista en Polonia, siendo uno de los protagonistas intelectuales de la transición a la democracia del país centroeuropeo. Fue miembro del movimiento surgido en torno al sindicato Solidaridad de Lech Walesa, de hecho fue uno de los máximos dirigentes del citado sindicato, un activismo que le costó varias estancias en la cárcel, algo que precisamente recuerda y ensalza el jurado del premio.

Presidido por Víctor García de la Concha, el jurado ha valorado "la lucha de Michnik en favor de los derechos humanos y del diálogo, lo que le llevó a las cárceles del régimen comunista polaco pero no por ello desistió de su firme oposición a la dictadura, ni de buscar la reconciliación entre sus conciudadanos. Michnick, cuya concepción de Europa contribuyó a asentar en su país los valores democráticos, constituye además hoy en día un símbolo de libertad de expresión y del humanismo, así como un ejemplo ético de resistencia frente a las amenazas autoritarias".

Han actuado como jurados en el premio de Comunicación Humanidades, Luis María Anson, Gabriela Cañas, Adela Cortina, Estrella de Diego, Miguel Falomir, Ticiana Fisac, Santiago González, Álex Grijelmo, Miguel Ángel Liso, Helena López de Hierro, Enrique Pascual, José Manuel Pérez, Cármen Riera i Guilera, Fernando Rodríguez y María Sefidari. Hizo de secretario Alberto Anaut.

El del premio de Comunicación y Humanidades se falla tras el primer galardón de las Artes, conocido la semana pasada, que recayó en la cantaora Carmen Linares y la bailaora María Pagés.

Nacido en Varsovia el 17 de octubre de 1946, Adam Michnik se formó en historia en la universidad de la capital polaca, donde tuvo problemas por participar en protestas, hasta que fue expulsado en 1968. Finalmente, en 1975 se graduó a distancia en Historia por la Universidad Adam Mickiewicz de Poznań. Encarcelado en varias ocasiones desde los años sesenta, fue uno de los fundadores del movimiento KOR (el comité para la defensa de los trabajadores) y miembro del sindicato Solidaridad desde su creación en 1980. Desde 1977 fue editor en varias revistas independientes y formó parte de la dirección de Niezależna Oficyna Wydawnicza, una de las editoriales más destacadas de la oposición polaca. En el denominado "año revolucionario" de 1989 llegó a ser diputado y fundó el periódico independiente Gazeta Wyborcza, del que sigue siendo redactor jefe.

Michnik es uno de los más conocidos y destacados defensores de los derechos humanos en Polonia y está considerado como uno de los personajes fundamentales en la recuperación de la democracia en el país, además de un extraordinario periodista. Desde las páginas de Gazeta Wyborcza –en la actualidad uno de los diarios de mayor difusión de Europa central–, siempre ha defendido el diálogo por encima de toda clase de divisiones entre las más diversas culturas, razas, ideologías, sociedades y etnias. También fue un firme defensor del ingreso de su país en la Unión Europea. Michnik pasó seis años en las prisiones del régimen comunista polaco y fue uno de los impulsores de la reconciliación nacional, tomando como ejemplo el modelo español de los Pactos de la Moncloa. En 1989, tres años después de su última estancia en la cárcel, desempeñó su tarea política como miembro de la primera Cámara Baja no comunista de Polonia.

Es autor de varios libros sobre temas políticos e históricos y ensayos traducidos a varios idiomas, como 'Letters from Prison and Other Essays' (1986), 'The Church and the Left' (1992), 'Letters from Freedom: Post-Cold War Realities and Perspectives' (1998) y 'In Search of Lost Meaning: The New Eastern Europe' (2011) ('En busca del significado perdido. La nueva Europa del Este', 2013). También ha entrevistado a un gran número de personalidades de todo el mundo. Sus artículos han sido publicados en periódicos y revistas europeos como Der Spiegel, Le Monde, Liberation y El País y los estadounidenses The Washington Post y The New York Review of Books. En 2018 fue uno de los treinta intelectuales que firmaron el manifiesto Europa en llamas, sobre la amenaza de los populismos. Es miembro del consejo emérito de Reporteros sin Fronteras. Conocedor de la política rusa, ha seguido de cerca y comentado en diferentes artículos la invasión de Ucrania de este mismo año, mostrándose muy crítico con las decisiones y actos de Vladímir Putin.

Doctor honoris causa por varias universidades, es Comandante de la Orden de Bernardo O'Higgins de Chile y ha recibido la Cruz de Oficial del Mérito de la República de Hungría, la Orden del Gran Príncipe Giedymin de Lituania, la Gran Cruz del Mérito de Alemania, la Orden de Yaroslav I el Sabio de Ucrania y la Legión de Honor francesa, entre otros reconocimientos. Premiado internacionalmente en numerosas ocasiones, entre los galardones obtenidos se encuentran el Premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy (1986) y el Francisco Cerecedo de Periodismo (España, 1999). En 2000 el Instituto Internacional de la Prensa (IPI) publicó su lista de los 50 héroes de la libertad de prensa, en la que incluyó a Michnik. En 2011 fue distinguido con la Medalla Goethe del instituto homónimo alemán; en 2015, con el Premio Libertad del Parlamento Lituano; en 2016, recibió el Ortega y Gasset del diario El País; en 2018, el Internacional Primo Levi italiano, y este mismo año, el Premio Gilel Storch, otorgado por la organización sueca que promueve la cultura judía, Judisk Kultur.