Blas Rodríguez Mangut tiene 56 años y cuatro hijos, tres de ellos menores. Vive en la calle Mina de la Jayona, en el barrio La Cañada de Cáceres, y admite que se enganchó ilegalmente a la luz después de que Iberdrola se la cortara por impago. Se trata de una deuda que el usuario sitúa en 2.400 euros. Justifica que no pagaba el recibo porque estaba en el paro, que ahora cobra el mínimo vital y que podría hacer frente a esa cantidad siempre y cuando llegara a un acuerdo con la compañía y se estudiara una fórmula de fraccionamiento. "Yo no me niego a pagar", sostiene.

Iberdrola explica que actualmente "este usuario está de baja y sin contrato desde 2012. Sí que hay, desde diciembre de 2018, un expediente abierto por nuestra distribuidora ya que desde el suministro se está consumiendo energía sin tener contratado el servicio con ninguna comercializadora, situación que no está permitida por la normativa vigente".

Valoración

Iberdrola añade que "el propietario se ha puesto recientemente en contacto con nosotros solicitando valoración de su caso y fraccionamiento. Desde la compañía y teniendo en cuenta nuestro compromiso con los clientes vulnerables, si el usuario se compromete a cumplir el pago se le va a ofrecer un fraccionamiento de su deuda en cuotas".

La compañía apunta que "tiene un procedimiento de protección para clientes en situación de vulnerabilidad con el fin de asegurar el suministro energético a ciudadanos económicamente desfavorecidos".

"Padezco apnea y necesito estar conectado a una máquina", asegura Blas Rodríguez

Blas asegura que desde hace tres semanas no dispone de suministro y relata su caso: "No tenemos a nadie, nos apañamos como podemos, comiendo bocadillos. Estamos sin poder bañar a los niños ni lavar la ropa ni comer caliente. Yo padezco apnea y necesito estar conectado a una máquina". Pide una solución al ayuntamiento. Desde el consistorio se explica que en estos momentos el afectado "tiene ingresos suficientes para pagar la luz, pero que está haciendo de intermediario con Iberdrola para encontrar una solución".

Blas añade, por último, que ha tenido problemas con los vecinos a cuenta de esta situación. Según ha podido saber este diario, Iberdrola y el ayuntamiento fueron conocedores de que Blas se enganchaba a la luz tras las quejas vecinales que alertaron de que "podía suponer un peligro por los cables pelados".