Cuando todo se detuvo en seco en el mes de marzo y los colegios cerraron, los niños y niñas que sufrían acoso escolar pudieron "gozar" de un cierto respiro al paralizar toda actividad presencial en las escuelas, lo que significaba también que se detendría el bullying. Pero el respiro duró más bien poco.

Durante el confinamiento, este acoso se trasladó en muchos casos a las redes sociales, incrementando las cifras de ciberbullying. Y, ahora que los niños y niñas han vuelto al cole, muchos de ellos tienen que lidiar con las nuevas formas de acoso escolar que se han derivado de la pandemia. Un acoso que no hace más que probar que el bullying no es un problema escolar o un problema de niños: es un problema social.

Por eso, en estos momentos se hace necesaria una guía de conductas para ayudar a familias y docentes a evitar que la pandemia se convierta en una nueva excusa para el señalamiento, el aislamiento social y las nuevas amenazas que surgen en el entorno escolar a raíz de la situación actual.

¿Puede el COVID-19 convertirse en una coartada social para el acoso escolar?

Carmen Cabestany, profesora y presidenta de NACE (No Al Acoso Escolar), señala que "si hay algún niño o niña que ha estado contagiado o alguien de su familia lo ha estado, es fácil que lo señalen, y ya empezamos a ver situaciones que nos alertan".

"Sabemos de casos de, por ejemplo, una niña con un familiar que ha sufrido COVID y a ella le llaman "coronita": eso es acoso verbal", nos cuenta Carmen Cabestany. Sin embargo, la profesora ha querido apuntar que "aún no podemos decir que se trate de bullying porque una de las condiciones para poder hablar de acoso escolar es la reiteración, y si hace tres semanas que hemos empezado las clases, vemos cosas, pero aún no podemos hablar propiamente de acoso".

Carmen Cabestany enumera una serie de consejos, dirigidos tanto a familias como a docentes, para que podamos evitar que estas situaciones deriven en acoso escolar:

1. "En la medida de lo posible, mantengamos la normalidad. Porque los niños lo necesitan".

2. Carmen ha añadido que los niños y niñas ya escuchan bastante en los medios, en la calle, hablar del virus, "así que vamos a alejarles de este bombardeo mediático para evitar que entren en pánico".

3. Expliquémosles que el índice de contagio entre los niños y niñas es muy bajo.

4. No mostremos miedo o discriminemos nosotros a alguien por que haya tenido el virus. Somos su mayor ejemplo: "Son como esponjas, todo lo que oyen, aunque parezca que no están pendientes, lo recogen. Educamos con el ejemplo y no con la palabra", ha explicado Carmen.

5. Refuerza que no se burlen o ridiculicen a nadie por tener síntomas aparentes.

6. Insísteles en que no señalen ni marginen a alguien si ha tenido (o si alguien de su familia ha tenido) la enfermedad.

7. Enseña a tus hijos a empatizar con los demás y a tratarlos de la misma forma en que les gustaría ser tratados.

Además, Carmen Cabestany aconseja a los docentes de cara a gestionar esta nueva situación "que utilicen estrategias que tengan que ver con lo emocional, por ejemplo, poner música relajante en el aula, hacer relajaciones y respiraciones al principio de la clase".

"Los docentes hemos de aportar positividad y sentido del humor, en la medida de lo posible vamos a organizar alguna excursión a la naturaleza, si se puede, y si no se puede, propongámosles a ellos que la organicen para el futuro", ha añadido la profesora.

En definitiva, como explica Carmen Cabestany, "trabajemos la cohesión de grupo, fomentemos la educación emocional".

Carmen Cabestany habló sobre este tema en la I entrega de reconocimientos "Dilo Todo Contra el Bullying", iniciativa llevada a cabo por Gestionando hijos y Totto. Aquí puedes ver su intervención completa:

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