El oeste de La Palma ya se considera zona catastrófica, lo que permitirá que se pueda acoger a todos los fondos de solidaridad de las distintas instituciones canarias, españolas y hasta europeas. Así lo ha confirmado Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias tras reunirse con la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira. La idea es que La Palma pueda reformarse tras el paso del volcán gracias, en parte, a los fondos de solidaridad de la Unión Europea, que requieren que los daños sean equivalentes al 0,1% del PIB de las Islas. 

Torres argumentó que eso supondría que las pérdidas se elevaran al menos a 400 millones de euros, pero insistió “será mucho más”. “Queremos acogernos a los fondos de solidaridad que solo es un porcentaje de todo lo que necesitaremos para aliviar la situación de La Palma”, remarcó Torres. El presidente recalcó que tienen la vista pública en la recuperación de infraestructuras públicas y colegios, así como lograr alojamientos provisionales para la población. El presidente se congratuló porque no ha habido ningún daño personal a la población pero insistió en que la población no debe acercarse a la zona.