Se llama Lili, es de color rosa y ha sido durante tres años el compañero inseparable de Gabriela, una niña zamorana que perdió a su peluche hace unos días en el trayecto entre la plaza de Santa Eulalia y la calle Viriato. Dos días después, Lili sigue sin aparecer, pero se ha convertido en el peluche más popular de Zamora. El caniche comparte fama con el hermano de Gabriela, el verdadero protagonista de esta historia: un niño de seis años que ha empapelado Zamora con un dibujo de Lili: "Perdido, es rosa y peluda", escribe el pequeño con su caligrafía recién estrenada y un número de teléfono junto a la obra de arte.

Una "prima" para Lili, cuenta la abuela

"Es un peluche viejito, pero muy valioso para mi nieta", cuenta la abuela, sobrepasada por la repercusión de los carteles. "A veces no importa el valor de la pérdida sino el cariño que se tenga a lo perdido", añade. Aunque Lili no ha aparecido, "hemos encontrado a una prima en una tienda y la niña está tan contenta otra vez", comenta. Aunque reconoce que "el niño está un poco decepcionado porque pensó que la iban a encontrar rápido", todo son palabras de orgullo hacia su nieto: "Es entrañable, salió todo de él y ha conquistado el corazón de todos". El nuestro, también.