Unos desconocidos han profanado, la madrugada del viernes al sábado, alrededor de veinte tumbas en el cementerio de la localidad valenciana de Paiporta, de las que han llegado a extraer algunos cadáveres sin que de momento se conozcan las intenciones de quienes han cometido este acto de barbarie. En principio, la Guardia Civil, que ya se ha hecho cargo de la investigación, no ha detectado señales en el cementerio que permitan pensar en algún tipo de acto satánico o de corte esotérico, por lo que no se descarta que el móvil de las profanaciones haya sido el robo o un simple acto de vandalismo. Los daños alcanzan a cuarenta nichos.

El conserje del cementerio fue quien detectó la intrusión el sábado por la mañana, cuando ha abierto las puertas del camposanto. El empleado se dio cuenta de que había lápidas rotas y tumbas abiertas, con los féretros a a vista, por lo que ha dado cuenta inmediatamente al ayuntamiento. Al lugar se han desplazado la alcaldesa, Isabel Martín, así como los concejales de Urbanismo e Interior, junto con patrullas de la Policía Local. A continuación, han dado aviso a la Guardia Civil, que ha enviado al cementerio a patrullas del cuartel de ese municipio. Los especialistas de la Policía Judicial se han hecho cargo de la investigación.

De momento, el camposanto permanecerá cerrado unos días y los operarios del ayuntamiento ya están a la espera de que la Guardia Civil concluya la inspección ocular para iniciar el sellado de los nichos. También ha acudido al cementerio la jueza de Instrucción número 1 de Torrent, en funciones de guardia, que fue avisada de inmediato.

“Nuestra prioridad ahora es avisar cuanto antes a las familias para informarles de los hechos. Es una barbaridad y no entendemos cómo puede haber personas que causen un daño de estas dimensiones y que tanto afecta a los sentimientos de esas familias”, ha expresado la alcaldesa Isabel Martín.

Sin patrón claro

Los profanadores no han seguido un patrón, al menos, que haya podido ser determinado aún por los investigadores, ya que han violentado nichos en distintos puntos del cementerio, y entre las tumbas afectadas las hay muy recientes y otras, de bastante antigüedad.

Se trata de una de las profanaciones más graves de cuantas se han producido en los últimos años en València. En abril del pasado año, La Guardia Civil arrestó al santero que en la madrugada del pasado 8 de abril profanó en el cementerio de Moncada las tumbas de un policía nacional y de un guardia civil, asesinados en dos hechos distintos en 1984, cuyos restos sacó de los nichos para llevarse varios huesos y dejar en su lugar gallinas decapitadas y desangradas, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV. El detenido, un ex guardia civil expulsado del cuerpo hace años por delitos graves, era el principal sospechoso desde el principio, ya que era conocido en Llíria, donde vive, por dedicarse a la santería y ser aficionado a prácticas de magia negra.