El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, se vacunó contra la covid-19 aprovechando la sesión de vacunación en la residencia para sacerdotes jubilados de la calle Sant Bernat de Palma, situada justo detrás de la catedral de Mallorca. El prelado, según confirmaron fuentes del Obispado, aprovechó la sesión de vacunación del personal sociosanitario que trabaja en el geriátrico para curas para que le administraran la vacuna, informa el Diario de Mallorca, del grupo Prensa Ibérica.

Taltavull cuenta con 73 años y no entraba dentro de los casos prioritarios que marca el protocolo de vacunación. Además, tampoco reside en el centro residencial para sacerdotes, ya que su residencia es el palacio Episcopal. Si bien desde el Obispado no se informó de forma oficial de la vacunación del obispo de Mallorca, el propio Sebastià Taltavull lo ha reconocido en algunas reuniones de sacerdotes que ha mantenido en las últimas semanas. El argumento expuesto por el prelado es que es una persona que por su labor está en continua exposición para ser infectado, ya sea en los oficios religiosos como en agenda diaria que se entrevista con un gran número de personas.

La polémica del Obispo de Mallorca se une a la picaresca de algunos políticos de la Península y cargos directivos del Servei de Salud de Balears que se vacunaron sin ser personas que están en la primera línea de lucha contra el covid-19.