El año 2021 ha empezado en Madrid con el mismo lema del infame 2020: 'Quédate en casa'. No hablamos tanto del coronavirus, que también, sino de la histórica nevada registrada en la región: 33 litros por metro cuadrado en forma de nieve. Desde 1971 no se había visto nada parecido.

No está nevando solo en la zona de la sierra (donde es habitual a estas alturas del año) sino en el corazón de la ciudad. Todo Madrid ha amanecido con unos 40 centímetros de nieve en las aceras, que no se distinguían de la calzada. Ni un solo coche circula por la ciudad. Imposible hacerlo. Si acaso, algún 4X4. Los que están aparcados están totalmente enterrados en nieve. Apenas hay comercios abiertos, más allá de alguna farmacia y algún supermercado. Por ejemplo, un Lidl de Chamberí que, sin embargo, a las 11.30 horas decidió cerrar al público por precaución. En otra zona del centro otros establecimientos de alimentación permanecían abiertos y con gente esperando una larga cola soportando un frío intenso. Los autobuses urbanos e interurbanos no circulan desde anoche. Tampoco taxis. El metro sí, pero no todas las líneas. Bajar las escaleras hasta las estaciones es toda una odisea debido a la cantidad de nieve acumulada. Los que lo hacen se agarran con fuerza a las barandillas.

Sin ruido de tráfico, ni tiendas abiertas, ni terrazas, Madrid es una ciudad fantasma donde se oye el silencio, roto por los gritos de los niños, entusiasmados con la nieve y ajenos a todos los problemas de circulación y logísticos que 'Filomena' está causando. Algunos adultos también disfrutan del paisaje. Los peatones han tomando la ciudad, armados con sus móviles para registrar el histórico momento. Los más preparados llevan ropa de nieve. Incluso, bastones y esquís o raquetas para pasear.

La previsión es que hoy siga nevando todo el día, así que el verdadero problema llegará mañana, donde se podrán registrar temperaturas históricas de 12 grados bajo cero. La Comunidad ha decidido suspender las clases en todos los niveles educativos, desde Infantil hasta la universidad.

El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida (PP), estuvo anoche en todas las televisiones pidiendo a los madrileños que, por favor, se quedaran en casa y salieran solo si es imprescindible. Desde las 22.00 horas se decretó que los coches solo pudieran circular con cadenas. En las carreteras de acceso a la ciudad y en las de circunvalación se provocaron unos preocupantes colapsos donde los coches no podían ni retroceder ni avanzar. Las maquinas quitanieves tampoco llegaban. Finalmente, se decidió movilizar al Ejército.

A pesar de que muchos madrileños se han lanzado a las calles para ser testigos de la blanca posNavidad, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso (PP), pidió a los ciudadanos quedarse en casa. "Caminar por la calle es un peligro por la rotura de árboles y las placas de hielo", aseguró. Efectivamente, más de un árbol se derrumbó por el peso de la nieve. Precisamente, los grandes parques de la ciudad amanecieron cerrados por precaución.

El Hospital Niño Jesús habilitó un teléfono para que padres y madres de niños enfermos pudieran consultar con los pediatras sin necesitar de trasladen al centro.