Una británica de 90 años ha hecho historia al convertirse en la primera persona en Europa que recibe la vacuna del covid-19 y la primera del mundo que ofrece su brazo al inyectable de Pfizer-BioNTech, exceptuando a los voluntarios que participaron en los ensayos preliminares. El rostro del año, semicubierto por una mascarilla, es el de Margaret Keenan, a quien este martes a las 07.30 horas de la mañana le pusieron la vacuna en el Hospital Universitario de Coventry, en el centro de Inglaterra.

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Keenan, nacida en Irlanda del Norte pero vecina de Coventry desde hace 60 años, ha asegurado sentirse "una privilegiada". Una enfermera de origen flipino, May Parsons, fue la encargada de administrar la primera de las dos dosis que necesita "Maggie", como la llaman su familia y amigos. La escena, sólo en apariencia intrascendente y habitual en el día a día de cualquier ambulatorio, recibió una gran atención mediática. Marca lo que, evocando el espíritu de victoria de la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno del Reino Unido ha denominado el V-Day" (Día de la V o vacunación).

El primer ministro, Boris Johnson, no escondía su satisfacción cuando ha visitado uno de los hospitales donde ha comenzado la inmunización. “La gente está recibiendo la vacuna por primera vez en Escocia, Irlanda del Norte, Gales, en Inglaterra y con eso se va a lograr gradualmente una gran diferencia. Pero, subrayó de lo gradualmente, porque aún no estamos ahí. Aún no hemos derrotado este virus”. Johnson ha recordado que la infección sigue aumentando en varias partes del país, incluido Londres. “Es increíble ver aquí la vacuna, es increíble ver el pinchazo en el brazo para toda la nación, pero no podemos permitirnos el relajarnos ahora”.

Combinación de dos vacunas

El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, calcula que la inmunización en las residencias podrá empezar antes de Navidad y para la primavera todos los grupos vulnerables estarán vacunados. La nueva remesa de Pfizer es esperada la próxima semana. El gobierno no descarta el transporte aéreo desde Bélgica, en caso de que la distribución por carretera se vea alterada a cusa de la entrada en vigor del Brexit el 31 de diciembre.

Hancock también confía en la autorización de la vacuna de Oxford en “las próximas semanas”. Según informa este martes el diario The Guardian el equipo científico de Oxford/AstraZeneca comenzará posiblemente en enero una prueba piloto combinando una dosis de su vacuna con la de Pfizer/BioNTech para ver si ofrece mayor protección. El ensayo está aún pendiente de aprobación. La vacuna de Moderna también podría participar en la prueba una vez que reciba luz verde.

"El mejor regalo de cumpleaños"

Las televisiones británicas y las redes sociales repiten una y otra vez la imagen de Keenan, que cumplirá 91 años la próxima semana y es oriunda de la localidad norirlandesa de Enniskillen. Esta antigua empleada de una joyería, tiene una hija, un hijo y cuatro nietos. "Me siento tan privilegiada de ser la primera persona vacunada contra la covid-19. Es el mejor regalo de cumpleaños, adelantado, porque significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y mis amigos en Año Nuevo, después de haber estado prácticamente sola todo el año", ha declarado tras el pinchazo. La segunda dosis la recibirá dentro de 21 días. "Si yo me la puedo poner a los 90 años, entonces Usted también pueden", ha añadido.

El director de la sanidad pública (NHS) en Inglaterra, Simon Stevens, ha dado las gracias a todas las personas que han logrado poner en marcha el programa de vacunación en un tiempo récord. "Menos de un año después de que se diagnosticara el primer caso de esta nueva enfermedad, el NHS está ahora facilitando la primera vacuna contra la covid-19 clínicamente aprobada", ha subrayado.

Gill Rogers

Otra británica de 86 años, que perdió a su esposo a causa del covid-19 en abril, fue otra de las primeras en recibir la vacuna. Rogers ha explicado que estaba ansiosa por ir de compras y tomar el autobús de nuevo. Ella vio por última vez a su esposo a mediados de marzo en el hogar de ancianos donde vivía. Luego, tras la irrupción del covid, ya no pudo visitarlo y, a finales de abril, murió.

"El certificado de defunción mostraba varias causas, pero también mostraba covid-19", ha explicado a la BBC en una entrevista radiofónica. Desde la muerte de su marido ha estado sufriendo sola, ya que sus hijos y otros familiares han evitado el contacto con ella por temor a exponerla al virus. "Eso ha sido bastante difícil", ha explicado con la voz quebrada.