Adif ha puesto en marcha este jueves las cámaras para controlar la temperatura de los viajeros que se dispongan a subir al AVE desde la estación de Sants (Barcelona) y desde la estación de Puerta Atocha (Madrid). Aquellos pasajeros que tengan más de 37,5 grados no podran acceder a los trenes. Para tomar esa decisión, las autoridades tomarán la temperatura al afectado hasta cuatro veces. Con esta medida se busca prevenir posibles contagios de covid-19.

Las cámaras de control de temperatura ya llevaban semanas instaladas pero no ha sido hasta ahora que se han puesto en funcionamiento.

Si las cámaras detectan que un pasajero tiene 37,5 grados o más, los responsables del acceso procederán a tomar manualmente la temperatura a esta persona. Si sigue con 37,5 grados, el viajero deberá esperar 10 minutos antes de volver a pasar por las cámaras. En caso de que se mantenga a 37,5, se realizará una nueva prueba con un termómetro manual. Si pese a estas cuatro mediciones, el pasajero tiene 37,5 o más, se dará aviso a las autoridades sanitarias.

Adif contemple entregar a los afectados un justificante con los motivos por los cuales no se le ha permitido el acceso al vestíbulo y a los andenes para coger el tren. El justificante, que es anónimo, reflejará el día y la hora del control y explicitará que no se permite el acceso a la zona de embarque por presentar síntomas compatibles con el coronavirus, según ha podido saber la agencia ACN.

En el caso de que el pasajero viaje con menores o con personas dependientes sin síntomas, estos tampoco podrán viajar, a no ser que la persona que los tenga a cargo dé su autorización.

De momento este sistema, que emite una alarma cuando intercepta a alguien con temperatura corporal igual o superior a los 37,5 grados, se ha instalado solo en las estaciones de Sants en Barcelona y de Puerta de Atocha en Madrid. Adif estudia si también lo habilita en otras estaciones del AVE entre las dos ciudades.

Hasta ahora las cámaras funcionaban en periodo de pruebas. Además de la temperatura, también detectan si las personas no llevan mascarilla o la llevan mal puesta. Si se niegan a ponérsela, los vigilantes les podrán denegar el acceso.

Por su parte, Renfe devolverá el importe de los billetes a aquellos pasajeros a quienes no se haya permitido viajar por presentar síntomas compatibles con el coronavirus antes de subir al tren.