La asociación Euro-Toques España, que integra a casi mil cocineros profesionales, ha pedido este sábado a Gobierno e instituciones la misma "empatía" que ellos demuestran durante la pandemia del coronavirus, a cuyas medidas restrictivas se anticiparon cerrando restaurantes, conscientes de que pueden ser "los últimos" en abrir.

Parte de una comunidad internacional de 3.500 cocineros de 18 países, la junta directiva de Euro-Toques España, que preside Andoni Luis Aduriz -con dos estrellas Michelin en Mugaritz (Guipúzcoa)- ha lanzado un comunicado en el que reclama su incorporación a la actividad de forma "escalada, organizada y diligente" tras el fin del estado de alarma, y con medidas "adecuadas" para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes.

También han difundido un vídeo en el que intervienen solicitando esta atención institucional, además de Aduriz, cocineros de toda España como Ferran Adrià, Joan Roca, Elena Arzak, Pedro Subijana, Ángel León, Paco Roncero, Ignacio Echapresto, Maca de Castro, Jesús Sánchez, Eneko Atxa, Joan Alija, Xanty Elías, Marcos Morán, Susi Díaz o Diego Guerrero, entre otros.

Además de pedir "cercanía" a las administraciones públicas en este "difícil proceso", apelan a "la mayor rigurosidad y coordinación posible en cuanto a las informaciones que se trasladen a la opinión pública, evitando así una mayor incertidumbre", en alusión a anuncios contradictorios sobre fechas de reapertura.

"Paramos los primeros y probablemente abriremos los últimos", recuerdan también en un vídeo estos profesionales, quienes anuncian a la población que, a pesar de tener sus restaurantes cerrados o enfocados a acciones solidarias, están "creando herramientas, adelantándonos a un futuro incierto, tratando de fabricar un horizonte de confianza".

280.000 negocios con 1,7 millones de trabajadores

280.000 negocios con 1,7 millones de trabajadores Reconocen que la crisis del covid-19 es "muy difícil para todos, incluso para las administraciones", lamentan el número de víctimas y admiten que "la emergencia sanitaria es lo primero" y que cuando se reabra "nada volverá a ser como antes", pero piden que no se olviden de un sector con 280.000 negocios que empleaban a 1,7 millones de trabajadores.

"Prácticamente todo el sector está inmerso en expedientes de regulación de empleo. Unos compañeros se ven en el paro mientras otros negocian con proveedores, arrendadores y bancos para tratar de resistir y fabricar un horizonte de confianza en esta compleja situación", exponen quienes, ante el silencio de las administraciones sobre cómo será la reapertura, se están fijando en otros países para intentar anticiparse. Todo ello con las miras puestas, dentro de la responsabilidad, en retomar "el oficio más bonito del mundo: cocinar".