El papa Francisco ha impartido este viernes una histórica bendición 'Urbi et Orbi' -a la ciudad y al mundo- en soledad, desde una plaza de San Pedro del Vaticano totalmente vacía como consecuencia de la emergencia del coronavirus, informa Efe.

En una plaza desierta, envuelta en silencio y mojada por la lluvia incesante, Jorge Bergoglio ha regalado a los fieles católicos del mundo una ceremonia inédita: una homilía y una bendición posterior que los creyentes católicos han tenido que seguir a través de los medios de comunicación.

Cinco positivos en el Vaticano

La Santa Sede ha ordenado el cierre hasta el 3 de abril de la plaza y la basílica de San Pedro, como medida de precaución ante la propagación de esta pandemia, que ha dejado ya al menos cinco casos positivos en el interior del Vaticano.

La bendición 'Urbi et Orbi' se imparte habitualmente en tres ocasiones: cuando el papa es elegido sucesor de Pedro, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua.

Pero también se ofrece en ocasiones muy puntuales, como en 1942, cuando Pío XII lo hizo con motivo de su Jubileo episcopal y del XXV aniversario de las apariciones de Fátima.

"Asustados y perdidos"

"Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos", ha dicho el Papa al comenzar su homilía.

La de este viernes ha sido una cita de oración universal, que propuso el propio Jorge Bergoglio el pasado domingo tras el rezo del Ángelus y que ha tenido otra característica particular: todos los católicos han tenido la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria, tal y como estableció recientemente Francisco en el decreto de la Penitenciaría Apostólica.

En este documento, el Papa otorga indulgencias a todos los enfermos con coronavirus, a sus familiares, a quienes les cuidan y a todo el que reza "para pedir el cese de esta pandemia, el alivio de los que sufren y la salvación eterna de los fallecidos".

La ceremonia sin precedentes en el Vaticano ha empezado a las 18.00 horas, cuando el Papa se ha dirigido en silencio desde las escaleras de la plaza vaticana hacia el sagrario donde ha ofrecido una homilía.