El brote de coronavirus detectado en Italia ha empezado a crear la sensación de que la epidemia se acerca a España. Está ya a solo una hora de vuelo. Consciente de esta percepción, el Ministerio de Sanidad reiteró ayer su «mensaje de tranquilidad». «En España ni hay virus, ni hemos tenido ninguna transmisión, ni tenemos ningún caso», enfatizó Fernando Simón, coordinador del comité de seguimiento del virus, que se reunió presidido por el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Simón reconoció que la situación italiana «preocupa por razones obvias». «Hay que ver cómo evoluciona y qué eficacia tienen las medidas que han adoptado», añadió, tras destacar que a España la actuación del Gobierno transalpino le parece «la adecuada» en un caso como este.

El único paso adicional que se prevé dar aquí es la extensión a nuevos países o zonas de las medidas preventivas adoptadas con los viajeros procedentes de Hubei, región china donde se originó el covid-19. A estos pasajeros se les informa actualmente sobre lo que tienen que hacer si desarrollan ciertos síntomas (llamar al 112 y aislarse) y a los servicios médicos se les indica a quiénes deben considerar sospechosos de haber contraído la enfermedad. También se recomienda no viajar al epicentro de la epidemia.

REUNIONES DE COORDINACIÓN / La decisión sobre en qué nuevas zonas de riesgo se pone el foco se tomará en las próximas 24 o 48 horas, una vez celebradas las reuniones de coordinación con las autonomías y el resto de países europeos. Lo más probable es que afecten, como mínimo, al norte de Italia, Corea del Sur e Irán.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez no se plantea cerrar las fronteras con Italia. Una decisión de este tipo se ha mostrado muy poco eficaz en epidemias anteriores, destacó Simón. Y en caso de que se detectara un brote en España, la respuesta sería muy similar a la que está dando ese país, subrayó. Apenas unas horas después de la comparecencia de Simón ante los medios de comunicación, se activó el protocolo en Barakaldo por dos posibles casos de coronavirus, aunque horas después, tras efectuar los correspondientes análisis, el Gobierno vasco descartó el contagio.

italia / El coronavirus va ganando terreno en Italia mientras el gobierno intenta extremar las medidas de prevención y protección sin asustar a la población. Los contagiados por el covid-19 en el norte país ascendieron ayer a más de 150 personas, en un radio geográfico que cada día que pasa se amplía más. Entre los infectadas se encuentra el tercer muerto, una mujer que se encontraba ya hospitalizada en Cremona por un cáncer. Detrás de la frialdad de las cifras, parece evidente que, al menos por ahora, los casos seguirán aumentando y distribuyéndose por el territorio, principalmente por el norte. Solución: evitar aglomeraciones.

Luca Zaia, presidente autonómico del Véneto -25 infectados en la región- decidió ayer suspender el carnaval de Venecia en los días de mayor aglomeración de personas. El patriarca (obispo) de la ciudad canceló todas las misas y varios obispos dieron órdenes de quitar el agua bendita de la entrada de los templos con la que los feligreses se persignan. También muchas diócesis elimiaron de la ceremonia el acto de la paz, en el que los asistentes se dan mano. Del mismo modo, las comunidades islámicas cancelaron todas sus celebraciones públicas de gran concurrencia. También el teatro de la ópera de La Scala de Milán ha bajado la persiana. En las regiones de Piamonte, Lombardía y Véneto tampoco se abrirán escuelas ni museos ni universidades, al menos durante esta semana.

LLUVIA DE POSITIVOS / En la región de Tirol, ayer se declararon tres casos de turistas que habían dado positivo. En la zona del foco principal, el banco Intesa ha cerrado todas sus filiales. En la región Emilia-Romagna (Bolonia) seis personas han dado positivo. En Piamonte (Turín) han aumentado a tres las personas infectadas. En Milán, el ayuntamiento dio orden de que los locales públicos, a excepción de los restaurantes, cierren a partir de las seis de la tarde, incluidos los mercados de barrio. En los trenes de Trenoitalia, el personal ha empezado a portar máscaras y guantes y a través de dispensadores ofrecen gel higiénico a los pasajeros.

A medida que los casos de contagio se multiplican, sin que exista siempre una correlación con China o ciudadanos chinos, crece también la alarma popular, hasta alcanzar picos de histerismo.

Mientras tanto, el gobierno de la república, que insiste en que el objetivo es «contener y delimitar el virus», va musculando las medidas para hacer frente a la emergencia sanitaria. Unos 500 agentes de policía ya han sido destinados a las entradas y salidas de los 11 pueblos del foco original de la infección.

Para abastecer a una población que alcanza las 50.000 personas se han creado unos pasillos llamados estériles por donde acceden los proveedores de fármacos y alimentos. Todas las demás actividades han sido canceladas.

la crisis más grave / El presidente chino, Xi Jinping, aseguró ayer a los máximos dirigentes del gigante asiático que la epidemia de coronavirus es la crisis sanitaria más grave que ha vivido el país desde la fundación de la República Popular en 1949, según informa Efe. Las muertes por la epidemia en China se elevaron en las últimas 24 horas a 97, hasta alcanzar los más de 2.400 fallecidos, mientras que se registraron 650 nuevos infectados hasta los casi 77.000, según la Comisión Nacional de Salud. Unos 23.000 pacientes se han recuperado.