Manuel Castells -que nunca ha salido de la universidad desde que entró en ella, con 16 años- ha sido el ministro más silencioso del Gobierno de coalición. Hasta ayer. El sociólogo, economista y nuevo titular de Universidades compareció en el Congreso de los Diputados con artillería pesada, presentando todos los planes que tiene para poner patas arriba las facultades, desde bajar las tasas universitarias hasta aumentar las becas y acabar con la precariedad de los profesores asociados e investigadores. Eso sí, pidió ayuda a los parlamentarios para dar luz verde a los Presupuestos del Estado. Si no, no se podrá hacer nada. «Ayúdenme a no defraudar a los jóvenes», imploró.

becas / Catedrático de Sociología de la Universidad de California en Berkeley durante 24 años y propuesto por los Comuns para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, Castells anunció una inmediata revisión del sistema de becas universitarias para que los estudiantes tengan información muy clara -a ser posible antes de que comience el curso- sobre cuánto, cómo y cuándo recibirán la ayuda. A cargo de los Presupuestos del Estado, las becas tendrán mayor financiación, incluidas las solicitadas para un máster y con especial acento en las que se conceden por razones socioeconómicas.

Si las becas aumentarán, lo que se reducirá serán las tasas universitarias, que volverán a tener los niveles previos al 2012, algo que pasa necesariamente por una reforma normativa y un acuerdo previo con las comunidades autónomas. El objetivo del ministro es que las tasas vuelvan a tener un máximo y no un mínimo, como ocurre en la actualidad.

La tercera prioridad del equipo de Castells es acabar con la precariedad del profesorado universitario, incluidos los investigadores. «Lo que hay es escandaloso», criticó el sociólogo poniendo el acento en los «falsos asociados» con sueldos «de miseria». Castells propuso la creación de figuras contractuales con «condiciones dignas».

A pesar de haber sido un ministro silencioso, el sociólogo aclaró que no ha parado de hacer cosas desde que fue nombrado. De hecho, presumió de trabajar a lo largo de su vida una media diaria de 10 horas. La semana pasada estuvo en Euskadi, visitando su universidad. Fue una reunión desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche. No salieron ni para comer. «Teníamos cuatro bocadillos al lado de la mesa. Y eso que estábamos en el País Vasco. Imagínense el sacrificio», bromeó el titular de Universidades, que se recorrerá las 49 facultades públicas restantes de todo el territorio español (las privadas deberán esperar). La semana que viene viajará a Barcelona, y las siguientes semanas, a Extremadura y a la UNED.

SEUDOUNIVERSIDADES / Castells fue muy crítico con las «seudouniversidades» que se basan en la enseñanza on line y que son una «estafa». Dentro de sus planes está el desarrollo de la enseñanza superior virtual de calidad (UNED incluida).

Luchar contra el abandono de los estudios universitarios, promover la igualdad entre hombres y mujeres y fomentar la ecología están también dentro de la repleta agenda de Castells, calificado peyorativamente de «superministro» por parte de los miembros de Ciudadanos, que le criticaron por formar parte de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat.

Por otra parte, el ministro de Universidades se «autonombró» ayer viernes miembro del grupo de trabajo establecido por Educación para revisar la prueba de acceso universitario (EBAU) con el fin de garantizar «la igualdad de derechos» de los estudiantes de todas las comunidades autónomas.