Cientos de especialistas trabajaban durante toda la jornada del sábado en las labores de rescate de las víctimas del terremoto que se produjo el viernes, en la ciudad turca de Elazig, en el sureste del país, y en el que han muerto 29 personas, según las cifras confirmadas hasta ahora.

Las autoridades temen que todavía quede una decena de personas atrapadas bajo los escombros de tres edificios que se derrumbaron en Elazig cuando el sismo, de magnitud 6,8, golpeó la región a las 17.55 h GMT en la noche del viernes. Veinte horas después del temblor, los equipos de salvamento consiguieron rescatar a 45 personas de entre los cascotes, aunque dos de ellas, una madre y su hijo, murieron doce horas más tarde en el hospital. Algunos de los supervivientes fueron rescatados tras 19 horas de espera entre los escombros, y los trabajos siguen e forma intensa con cientos de expertos y un equipo de 18 perros de búsqueda, según informó la agencia turca Anadolu.

Los posibles supervivientes, tendrán que esperar la llegada de los equipos de rescate con temperaturas de varios grados bajo cero, aunque sin precipitaciones.

Un total de 1.200 personas fueron trasladadas a centros hospitalarios, aunque solo 380 estaban heridas y unas 120 quedaron ingresadas, una treintena de ellas en cuidados intensivos, según indicó el ministro turco de Sanidad, Fahrettin Koca, a la agencia local Anadolu.

Unos treinta edificios se derrumbaron por completo, cinco en Elazig y 25 en la vecina provincia de Malatya, donde murieron 4 personas, y más de 80 edificios sufrieron daños graves.

El epicentro se ubicó unos 35 kilómetros al suroeste de Elazig, en Sivrice, a una profundidad de 8 kilómetros. En las primeras 24 horas se registraron más de 400 réplicas.