El ministerio público mantiene como definitiva su acusación de asesinato con alevosía contra Ana Julia Quezada por la muerte de Gabriel Cruz, por lo que pide como condena prisión permanente revisable. Asimismo, solicita que se considere como agravante el parentesco, al ser el hijo de su pareja. Un agravante que merece mayor reproche penal y que extiende al delito de daño psicológico al progenitor, Ángel Cruz.

En sus conclusiones finales, la fiscala asegura que del relato de los hechos queda acreditada una inquina y una aversión intensa a este niño, que le lleva a una intencionalidad perversa y consolidad en el tiempo. Pero también inquina a la madre, como prueba una conversación interceptada a Quezada en la que comenta la desaparición del niño e insulta a la madre, Patricia Ramírez, asegurando que tiene deudas con todo el mundo, con absoluto desprecio a su devastación de la madre, o el estado imperturbable con el que asistió a la declaración de la madre.

El ministerio publico mantiene que quería quitarse un obstáculo en su relación con el padre, Angel Cruz. "Si eliminaba al niño, eliminaba el vínculo afectivo entre padre e hijo", afirma. Y asegura que ese 27 de octubre "le vino todo de cara y no iba a dejar pasar esa oportunidad".

DELIBERACIÓN DEL JURADO

El jurado popular que deliberará en 48 horas sobre la culpabilidad o no culpabilidad de Ana Julia Quezada como autora de un delito de asesinato por la muerte violenta del menor Gabriel Cruz escucha este martes las conclusiones de fiscal, acusación particular y defensa tras la prueba practicada a lo largo de cinco de las sesiones de la vista oral.

Si bien está señalada la práctica de la prueba documental, se prevé que se dé por reproducida en sala ya que las siete mujeres y dos hombres que han de dictar veredicto han visionado ya los DVDs que contienen las imágenes de la reconstrucción de hechos que se realizó en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería) donde la acusada cometió el crimen dos días después de que fuese detenida en Vícar, cuando transportaba el cadáver del menor en el maletero de su coche.

Los miembros del jurado popular también ha tenido acceso a los audios recogidos del interior del vehículo por un micrófono con GPS instalado con autorización del juez instructor el día 11 de marzo y en los que se escucha a Ana Julia Quezada proferir expresiones como 'Ana, tranquila, no vas a ir a la cárcel' o diversos improperios mientras desentierra el cuerpo.

La fiscala se basa en la autopsia oficial para desmontar la versión del ensañamiento y que el niño estuvo agonizando, como mantiene la acusación. Según su relato de hechos, de forma "cruel, y a sangre fría, con una fuerza desproporcionada", Quezada se abalanzó de forma sorpresiva sobre el niño con las dos manos y lo proyectó contra el suelo para asfixiarlo, y aunque el niño "se resistió", acabó con su vida en un intervalo de tiempo de unos 20 minutos. No hubo, insiste, una paliza previa.

"Esa absoluta frialdad probablemente no la volveré a ver en otros acusados", dice la fiscala.

AL DESCUBIERTO "DISCREPANCIAS"

La última prueba pericial celebrada este lunes, a puerta cerrada, ha dejado al descubierto las "discrepancias" entre el informe elaborado por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería y el informe pericial-médico aportado a la causa por la acusación particular sobre cómo murió Gabriel Cruz.

"Existe una discrepancia radical sobre cómo se produce la muerte cronológicamente que el jurado tendrá que valorar", ha indicado el letrado de la defensa, Esteban Hernández, quien ha subrayado que el "mecanismo" de la muerte y el "relato" de los "forenses de la administración de justicia coincide mucho más con lo que realmente sucedió aquel trágico día", según la versión dada por la procesada.