En Alella (Barcelona) y los vecinos del barrio de Can Comulada se preparan para iniciar una nueva ronda: equipados con un móvil, una linterna y un chaleco reflectante, salen en grupos a vigilar que no se cometa ningún delito en su urbanización.

El de este municipio de la comarca barcelonesa del Maresme es uno de los métodos alternativos que vecinos y consistorios han puesto en marcha en los últimos meses ante la creciente sensación de inseguridad en diversas localidades catalanas, donde también se han reinstaurado serenos o se han creado cuentas de Twitter para denunciar hechos delictivos. Se trata de iniciativas dispares con un mismo objetivo: complementar el trabajo de la policía para apaciguar la alarma de inseguridad entre la población. Asimismo, en algunas urbanizaciones de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) han contratado compañías de vigilancia privada nocturna, mientras que en la propia Barcelona, donde el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, alertó de que la ciudad sufre una «crisis de seguridad2, vienen proliferado ideas para paliarla.

Por otra parte, los Mossos d’Esquadra investigan una nueva agresión sexual cometida ayer en Barcelona, la tercera en menos de una semana. Fuentes consultadas por EFE explicaron que poco antes de las 07:00 horas una mujer fue asaltada por un individuo cuando abría la puerta de su edificio, en el distrito de Horta-Guinardó. El agresor aprovechó ese momento para entrar en el vestíbulo de la finca y acosarla. Otra persona escuchó los gritos de auxilio de la víctima y acudió en su ayuda, lo que provocó que el agresor se diera a la fuga.

Por el momento, los Mossos d’Esquadra no han practicado ninguna detención por ninguno de los casos, según las fuentes.

Asimismo, el conseller de Interior, Miquel Buch, aseguró que el top manta «genera inseguridad» porque «distrae» a los ciudadanos que se paran a mirar los productos y eso «facilita» a los delincuentes la comisión de hurtos.

Buch hizo estas declaraciones en Ràdio Barcelona-Cadena Ser, en la que defendió que «el fenómeno del top manta» es «un elemento delictivo» que «genera inseguridad» y «nos guste o no nos guste, es preciso combatirlo». Preguntado sobre los motivos, el conseller sostuvo que «cuando miras la manta y el qué compro, es más fácil para un ladrón que pueda hurtar» porque «puedo estar distraído en la calle», mientras que en un establecimiento, a su juicio, «estás más seguro».