El mundo entero asistió ayer atónito al dramático espectáculo de ver una de las joyas del arte gótico devorada por las llamas. Parte de la historia de Francia se hundía con la caída de la aguja de la catedral de Notre Dame de París, uno de los símbolos de la capital francesa, el monumento histórico más visitado de Europa.

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La catástrofe, que muchos ven como la pérdida patrimonial más grave desde la segunda guerra mundial, obligó al presidente francés, Emmanuel Macron, a aplazar la alocución televisiva en la que iba a anunciar medidas para salir de la crisis de los chalecos amarillos. «Notre Dame de París es pasto de las llamas. Emoción de toda una nación. Pensamiento para todos los católicos y todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche al ver cómo se quema esta parte de nosotros», tuiteó el presidente antes de dirigirse a la zona del siniestro.

Desde la isla de la Cité, antes de ser desalojados por la policía, que estableció un amplio perímetro de seguridad en torno a la catedral, parisinos y turistas veían serios, en silencio y con lágrimas en los ojos, cómo el fuego se apoderaba de la iglesia.

"LA RECONSTRUIREMOS EN 5 AÑOS"

El presidente francés, Emmanuel Macron, fijó este martes en cinco años el periodo para reconstruirEmmanuel Macron, cinco años "todavía más bella" la catedral de Notre Dame de París, un día después de que fuera parcialmente devastada por un incendio.

"Somos un pueblo de emprendedores. Tenemos mucho que reconstruir. Y la reconstruiremos. Más bella todavía", aseguró el presidente en una alocución solemne televisada a la nación desde el palacio del Elíseo.

DE FORMA ACCIDENTAL / Según los primeros indicios, el incendio se inició de manera accidental a las 18.50 horas en la parte posterior del tejado, al parecer en un andamio, cerca de donde se estaban realizando unas obras de rehabilitación. Luego se propagó a la velocidad de la luz al resto del techo, una zona abuhardillada con vigas de madera. Los operarios habían terminado su jornada a las 17 horas y la catedral se disponía a cerrar sus puertas cuando empezaron a verse las primeras columnas de humo, obligando a evacuar a los visitantes que estaban en su interior.

La fiscalía de París abrió una investigación de la que se encargará la policía judicial para determinar las causas del siniestro. Probablemente el incendio estaría relacionado con las labores de restauración.

El momento más dramático fue cuando, poco antes de las 20 horas, la célebre aguja de la catedral se deshacía como un azucarillo entre las brasas, extendiendo las llamas al resto del armazón. Una parte de la estructura de la catedral, cuya construcción se inició en 1163, data del siglo XIII y otra del siglo XIX, según explicó el portavoz de Notre Dame, André Finot, quien confiaba en que la bóveda no se viera afectada. Anoche los bomberos indicaron que la estructura de la cateral ha podido ser salvada.

EXCLAMACIONES DE TRISTEZA / Desde la cercana plaza del Ayuntamiento y en el puente de Saint Michel cientos de personas dejaban en el aire exclamaciones de tristeza al ver desaparecer la famosa aguja. Tres horas después de declarado el incendio, unos 400 bomberos seguían luchando a brazo partido por evitar que el fuego también se llevara por delante las dos torres.

«No estamos seguros de poder detener la propagación a la torre norte. Si esta se cae, imaginen el nivel de los daños», declaró el general Jean Claude Gallet, comandante de la brigada de bomberos de París. «La salvación de Notre Dame no está garantizada», reconocía el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez.

El Ayuntamiento de París estableció como prioridad garantizar la seguridad de la zona colindante para proteger a turistas y vecinos de posibles riesgos de hundimiento y, según el adjunto a la alcaldía, Emmanuel Grégoire, una comisión especial tenía el objetivo de intentar salvar todas las obras de arte posibles.

Patrimonio de la Humanidad desde 1991, Notre Dame destaca por sus vidrieras, sus cuadros y sus esculturas. Afortunadamente, 16 de ellas se habían retirado el pasado 11 de abril para ser restauradas, así que no se han visto afectadas por el fuego.

LAS DIFICULTADES DE EXTINCIÓN / Muchos internautas se preguntaban por qué no se usaban hidroaviones para apagar el incendio, pero los expertos en seguridad civil explicaban que emplear este tipo de aparatos destruiría todo lo que quedaba del techo de la catedral. Además, para operar se necesita un espacio mucho mayor que el que ocupa la plaza en la que está Notre Dame. Un helicóptero y un dron sobrevolaban el perímetro en el que bomberos y policías patrullaban manteniendo a distancia a curiosos y vecinos.

El siniestro provocó innumerables reacciones. En la clase política francesa el estupor y la desolación eran unánimes ante el incendio. «Es el corazón y la historia de París lo que se quema ante nuestros ojos», dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand.

El socialista Olivier Faure lamentó la desaparición de una «joya de la historia francesa» y el jefe de Los Republicanos, Laurent Wauquiez, habló de un símbolo de las raíces cristianas. El líder de la Francia Insumisa, Jean Luc Mélenchon, pidió una pausa política de 24 horas ante la magnitud del siniestro.

El Vaticano mostró su «incredulidad y tristeza» y manifestó su proximidad con los católicos mientras que el presidente norteamericano, Donald Trump, reclamó en un tuit «actuar rápidamente».