El pederasta confeso de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez, pidió perdón a las víctimas a la salida de la Audiencia de Barcelona, que desde ayer lo juzga por haber abusado sexualmente de cuatro alumnos, y ha asegurado que «había más» docentes implicados. Benítez abandonó el Palau de Justicia tal y como había llegado, con el rostro cubierto por un pasamontañas, y dijo a los medios de comunicación que hoy hablará sobre el grado de conocimiento que los Maristas tenían sobre los hechos. La Fiscalía acusa a Benítez, pederasta confeso, de haber abusado sexualmente de cuatro alumnos menores cuando era profesor de educación física, y pide para él una pena de 22 años de cárcel y 14 años de inhabilitación.

A la salida del juicio, el exdocente achacó su actitud a haber sufrido también abusos en su pasado, por lo que, ha indicado, «tenía la actitud normalizada». Benítez pidió perdón a las víctimas y a sus familias, pero también señaló que es decisión de cada uno «vivir toda la vida como víctimas». Relató que cuando era adolescente vivió «un infierno».