El informe de Salud por Derecho destaca el caso de fármacos como el alemtuzumab (Sanofi) y el bevacizumab (Roche), que también han sido sufragados en un 70% y un 50%, respectivamente, por fondos públicos o fundaciones y son un reflejo de las estrategias comerciales con que la industria aumenta sus beneficios. En ambos casos, en vez de ampliar el listado de sus aplicaciones, los medicamentos fueron lanzados al mercado con nuevo nombre y un precio superior, denuncia la oenegé. Hace cuatro meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un informe en el que advertía de que la actual política de precios de los medicamentos contra el cáncer «no ha respondido adecuadamente a las necesidades sanitarias». El informe denunciaba que, en todo el mundo, las empresas farmacéuticas están fijando unos precios por encima del verdadero valor clínico del cáncer y urgía a la comunidad mundial a «corregir los comportamientos irracionales que han llevado a los medicamentos oncológicos a precios insostenibles».