El Gobierno aprobó ayer el plan de retorno Un país para volver, que incluye 50 medidas para facilitar la vuelta de los emigrantes españoles y favorecer que España se convierta en un lugar atractivo para que puedan desarrollar sus proyectos de vida personales y profesionales. Según explicó la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, tras el Consejo de Ministros, el plan, con un presupuesto de 24 millones de euros para 2019 y 2020, pretende atender inicialmente a 10.000 emigrantes y extenderlo en esos dos años hasta unas 23.000 personas. «No solo es para jóvenes, sino para otros perfiles y familias que tuvieron que salir en busca de un destino para acomodar sus economías familiares», dijo Celaá, quien opinó que es una «buena iniciativa que hace justicia a esas personas que tuvieron que marcharse durante la crisis». Entre otras medidas, se incluyen bonificaciones de cuotas y tarifa plana para autónomos y becas para investigadores, y participan 10 ministerios, con la cooperación institucional de comunidades autónomas, ayuntamientos, asociaciones de emigrantes y retornados y agentes sociales, además de la colaboración de 60 empresas.