Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha destapado que «la mitad de los aceites no cumplen los requisitos para ser considerados auténtico AOVE (aceite de oliva virgen extra)». La entidad ha analizado 41 marcas de aceite que se venden como AOVE y ha determinado que «la mitad de las muestras analizadas no cumplen los requisitos de la norma europea que regula la comercialización del aceite para ser consideradas aceite de oliva virgen extra: son simplemente aceite de oliva virgen (AOV), una categoría inferior, más barata». Según la OCU, para que «un aceite pueda ser calificado y vendido como virgen extra ha de superar una prueba sensorial, realizada en un panel acreditado y con una metodología específica que establece el propio reglamento: esa valoración organoléptica, tan importante como el resto del análisis, es indispensable para determinar si un aceite es virgen extra», subraya. Por su parte, las patronales del sector Anierac (Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles) y Asoliva (Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva) señalaron que el estudio confirma la gran calidad de los aceites de oliva virgen extra del mercado y lamentan las «evidentes irregularidades cometidas en la elaboración del mismo. Subrayan que todas las marcas cumplen con los estrictos controles analíticos legales confirmándose que todas son virgen extra desde el punto de vista analítico. Añaden que las conclusiones del estudio se basan fundamentalmente en criterios sensoriales de un panel de catadores, por tanto, sólo de olor y sabor. Y recuerdan que cuando se habla de fraude, la OCU se refiere exclusivamente a diferencias de criterio sensorial entre catadores, incluso entre los distintos laboratorios que han participado en el estudio.