La Audiencia de Sevilla confirma la decisión del juzgado de instrucción y no pondrá en libertad a Ángel Boza, miembro de 'la Manada', antes de que se produzca el juicio por el supuesto robo de unas gafas de sol y la posterior embestida a dos vigilantes de seguridad cuando huía del lugar en su vehículo. El tribunal insiste en la gravedad de estos hechos y recuerda que, además de contar con varios antecedentes, el joven de 29 años se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión solicitada por la Fiscalía, por lo que dejarlo en la cárcel garantiza no solo que el juicio se celebre sino además que reincida de nuevo, ya que “las condenas anteriores no lograron evitar una nueva conducta delictiva”.

Fuentes judiciales han explicado que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha rechazado el recurso de apelación presentado por su defensa tras la decisión del juzgado de mantenerlo en prisión y procesarlo por un delito de robo con violencia con resultado de lesiones y utilización de instrumento peligroso, en alusión al vehículo con el que embistió a los agentes de seguridad que trataron de detenerle. El joven permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el 1 de agosto, tras producirse el robo en un centro comercial del centro de Sevilla. Según consta en el auto, dictado el pasado 25 de septiembre, “existe base sólida suficiente para constatar la existencia de indicios racionales de la comisión” de ambos delitos, señalados por la Fiscalía y el juzgado de instrucción.

RIESGO DE FUGA

Para justificar su decisión de mantenerlo encarcelado, el auto subraya que a la “existencia de indicios racionales contra el acusado” y la “naturaleza y gravedad del delito” atribuido se sumaría el riesgo de fuga. “La pena con que se le conmina (4 años de prisión, según escrito de acusación ya formulado por el Ministerio Fiscal), pudiera condicionar la decisión de sustraerse a la acción de la justicia”, entiende la Audiencia. La sala valora además que el juicio se celebrará en “fecha próxima”, de ahí que se recurra a la prisión provisional para “garantizar la presencia en juicio del acusado para posibilitar un proceso sin dilaciones”, así como evitar “la posibilidad de reiteración delictiva”, recordando que el acusado ya había sido condenado por otros delitos en mayo del 2014 y febrero del 2016.

En ambos casos se trató de delitos contra la seguridad vial, motivo por el que incluso le fue retirado el carnet de conducir que recuperó pocos días antes de ser detenido de nuevo. También se le suma, aunque no se menciona en esta investigación, la condena a nueve años de cárcel por el abuso sexual a una joven durante los sanfermines de 2016, hechos en los que participaron además otros cuatro amigos. Integrantes de La Manada, estos cuatro compañeros también han sido procesados la pasada semana por otro delito de abuso sexual en Pozoblanco (Córdoba), cometido apenas dos meses antes. Es decir, todos ellos se enfrentan a nuevos juicios por delitos cometidos antes o después de su paso por Pamplona. Por este motivo, la Audiencia concluye que la privación de libertad es “en estos momentos, una medida adecuada y proporcional”.