Un niño mirando una pantalla; una imagen de nuestros tiempos. Es muy cómodo para los padres, pero no le sale gratis a los niños. Produce un impacto directo en su desarrollo cognitivo porque son más sensibles y porque su cerebro está en formación. Ahora, por primera vez, un estudio ha analizado su impacto en el desarrollo intelectual de más de 4500 niños estadounidenses de entre 8 y 11 años. Y la conclusión es clara: no deben pasar más de dos horas frente a una pantalla. Queda así demostrado que las pantallas les roban horas de sueño, de juego, de imaginación. Y que la multitarea, es decir, mirar varias pantallas a la vez, limita su capacidad de concentración. Ya hay aplicaciones que avisan a los padres sobre el tiempo que se pasan sus hijos conectados.