Dos niñas de 3 y 6 años fueron asesinadas ayer por su padre en una jornada en la que se registraron otros dos casos de violencia machista, con sendas mujeres que perdieron la vida a manos de sus parejas en Granada y Bilbao. La de ayer fue una jornada especialmente truculenta en materia de violencia machista, que comenzó de madrugada cuando en Castellón un hombre de 48 años se quitó la vida arrojándose por la ventana de su vivienda en un sexto piso, después de que matara a cuchilladas a sus dos hijas, de 3 y 6 años, que pernoctaban con él, aunque estaba separado de su mujer.

Sobre las 5.45 horas, el hombre se lanzó a la calle y cayó junto al portal de una guardería infantil que ocupaba la planta baja del inmueble, mientras que los cadáveres de las niñas fueron localizados por los agentes de la Policía Local y de los Bomberos, que tuvieron que forzar la puerta para acceder a la vivienda.

Según el relato de un vecino, el parricida, que estaba en paro, le relató el pasado sábado que estaba «muy agobiado», pues el juez, a instancias de su expareja, le había embargado las cuentas por estar desde febrero ingresando solo 200 de los 400 euros de pensión de manutención en la cuenta de la madre de las menores y se encontraba en el paro.

Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, se tiene constancia de la existencia de dos procedimientos, uno por amenazas y otro tras un parte médico, abiertos contra el presunto parricida, pero ambos habían sido archivados a petición del fiscal y de la propia víctima.

En la primera de las causas, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón abrió un procedimiento tras un parte médico, pero la víctima no denunció y en su comparecencia se acogió a su derecho a no declarar, por lo que el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa, que fue acordado por el juzgado.

Además, la mujer le denunció por amenazas apenas quince días después de que el Juzgado de Familia fijara medidas provisionales para regular el régimen de visitas y el uso de la vivienda en base al convenio regulador que los padres habían alcanzado de mutuo acuerdo.

Durante la inauguración del curso universitario 2018/2019 en toda España, celebrada en la Universidad Politécnica de Valencia, Felipe VI mostró su «repulsa y condena» por estos asesinatos, en especial la «muerte tan terrible» de las niñas, mientras que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apeló a la educación como «la mejor herramienta de progreso» para erradicar la violencia machista.

En la localidad granadina de Maracena, una mujer de 39 años murió apuñalada presuntamente por su expareja, un hombre de 49 años con el que tenía un hijo de 12 años y que fue detenido por la Guardia Civil. La mató en el domicilio de ella y la encontraron tendida en medio de un gran charco de sangre. A su lado su asesino, que fue detenido. La víctima había recibido el día anterior la sentencia sobre el acuerdo de separación alcanzado por ambos. Según indicó el padre de la víctima, Eduardo Alonso, el proceso de separación se inició hace dos años, periodo en el que, según sostiene, su hija sufrió maltrato, especialmente psicológico.

Pese al proceso de separación en el que estaban inmersos, la pareja seguía residiendo en el domicilio conyugal junto al hijo de ambos, de 11 años, aunque en habitaciones separadas, según el padre de la víctima, que dice que a su hija «le recomendaron que no se marchara -de la casa- porque si no sería abandono del hogar». El padre explica que fue el lunes por la tarde cuando su hija le comunicó que había recibido la sentencia sobre el acuerdo de separación, por lo que no descarta la posibilidad de que esto último esté relacionado con su muerte.

«Esta mañana él llevó el niño al colegio, volvió a la casa y la mató», según el padre de la víctima, que dice que en ese intervalo de tiempo llegó a hablar con ella por teléfono para un asunto relacionado con el piso de alquiler que había apalabrado para irse a vivir junto a su hijo.

A la Guardia Civil no le constan denuncias previas por violencia de género entre la pareja y la víctima tampoco era usuaria del centro municipal de atención a la mujer -según fuentes municipales, acudió a los servicios sociales pero para asuntos laborales-.

Lo que sí consta es que la mujer acudió al Instituto Andaluz de la Mujer para anunciar que atravesaba un «divorcio conflictivo» y fue derivada al servicio correspondiente, según informó ayer la coordinadora del instituto en Granada, Ana Belén Palomares.

Su padre mantiene que su hija puso su situación en conocimiento oficial pero no recibió la ayuda adecuada.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, condenó este presunto asesinato y afirmó que «no hay palabras para describir tanto dolor». Así lo expresó a través de un comentario publicado en su perfil de Twitter. También la consejera de Justicia e Interior, Rosa Aguilar, mostró a través de su perfil en esta misma red social «su repulsa y condena».

En Bilbao, la Ertzaintza localizó en una vivienda el cuerpo sin vida y con signos de violencia de una mujer africana que murió degollada y cuyo marido se encuentra desaparecido. Vecinos de la calle comentaron a los periodistas, fuera de cámara, que se trataba de una pareja «encantadora» a los que nunca habían oído discutir, hasta la madrugada del pasado lunes, cuando a las 5.30 horas de la mañana se oyeron «ruidos muy fuertes» que procedían de su piso.