'Sin licencia para traficar', podría ser el título de la película. El final, perdón por el 'spoiler', nada tiene que ver con las triunfantes despedidas a las que nos tiene acostumbrados James Bond en cada entrega de la saga. Tal vez inspirado por los relojes que 'Q' le tuneaba a 007 para salir airoso de sus aventuras, un traficante decidió hacer lo propio con su peluco para esconder en su interior la droga con la que trapichear. Hasta que los Mossos lo han detenido.

Los hechos ocurrieron en Sitges. La policía autonómica apresó al camello durante las fiestas de Sant Bartomeu de la localidad del Garraf. Llevaba unos cuantos billetes, llevaba 15 paperinas de cocaína y, por supuesto, llevaba también lo que escondía bajo las manecillas del reloj, en este caso, seis anfetaminas.