Pasaban de las 3.30 de la tarde. El último abogado defensor había acabado su informe final. Los cinco procesados, detrás de ellos, se habían mostrado más intranquilos que en la sesión del lunes. Han sido las dos únicas que se han celebrado con público y con la presencia de medios de comunicación. Mientras uno de los procesados se ponía la mano en la perfectamente cuidada barba, otro comía caramelos y bebía agua. Iban vestidos con un mismo estilo. Todos bien arreglados y con apariencia de formalidad. Uno a uno se fueron levantando cuando el presidente del tribunal fue pronunciando sus nombres para hacer uso de la última palabra.

Una última palabra que, como se ha podido apreciar, tenían muy bien aprendida. José Ángel P: «Me declaro inocente y confío en la justicia». Miguel Angel B sólo añadió un «totalmente inocente» y «espero que se acabe cuanto antes». Antonio Manuel G., el guardia civil, dijo algo más: «Pido perdón públicamente por haber robado el móvil a la chica». Los otros dos, Jesús E. y Alfonso Jesús C. se limitaron a insistir en que no habían cometido delito alguno. Tras estas intervenciones, el tribunal pronunció las protocolarias palabras de «visto para sentencia». Una sentencia que, según fuentes judiciales, no se hará pública hasta después de las fiestas navideñas y de Reyes .

Las medidas restrictivas para los medios de comunicación para entrar en la sala continuaron ayer, a pesar de que todos estaban acreditados oficialmente. Los redactores pasaron uno a uno por el detector de metales para que no pudieran entrar en la sala ni móviles ni ningún aparato similar.