Excitante sorpresa: Xavier García Albiol ha decidido iniciarse como crítico de tele. Fue el lunes en Els matins de TV-3. Su actuación como crítico, frente a Lídia Heredia, fue no obstante muy descorazonadora. Él se quejaba de la falta de pluralidad de TV-3, y de lo muy sectaria y parcial que es con la independencia. Y Lídia le apremiaba y le decía que concretase, que pusiera ejemplos, que aclarase eso de los mensajes subliminales, y la verdad es que se lo iba comiendo con patatas, tranquilamente. Albiol, aturullado, el único ejemplo que pudo poner fue que, el otro día, Enric Millo las pasó canutas en un programa de TV-3. Hombreee, eso no fue un argumento: eso fue enseñar el plumero. Pero comprendámosle. Se está iniciando en el oficio de crítico de tele.

Démosle algunos consejos. Lo primero es presentarse bien documentado al encuentro. Para eso tiene que haber visto previamente mucha tele. A Lídia tenía que haberla iluminado, recordándole cómo informa de las manifestaciones independentistas TV-3: son verdaderas kermesses en donde toda la cadena se transforma en cheerleader del evento. También podía haberle señalado que todavía estamos esperando uno de esos cuadros explicativos que nos hacen en el videowall de los TN, tan instructivos, pero dedicado al mapa del rastro monetario de la sagrada familia -y colla adyacente- por los paraísos fiscales del planeta, con sus misales llenos del 3%, el 4%, el 5% y hasta el 20% de nuestro dinero.

Pero simplifiquemos. Con solo que Albiol hubiese visto el TN vespre del día anterior habría advertido que la novedad de la jornada -las declaraciones de Puigdemont contra la Unión Europea- resulta que fue colocada como noticia numero dos. ¡Ah! ¿Y por qué? Pues porque había que sugestionarnos para comprender a Puigdemont y hacerle quedar bien, poniendo primero un recopilatorio de archivo de escenas de inmigrantes llegando en patera. Y advertía TV-3: "A pesar de ser un drama conocido, ¡la vieja Europa mantiene cerrada sus puertas!". Y claro, con esta apertura, la noticia de Puigdemont ciscándose en la UE entraba de perlas. ¡Ahh! El arte hipnótico de TV-3 roza la perfección.

Concluyamos. Nuestro canario flauta Papitu recomienda cariñosamente a Albiol que si quiere dedicarse a la crítica de tele abandone el PP. Tienen intervenida TVE desde hace tiempo. Es tan penosa como TV-3.