El Departamento de Salud de la Generalitat catalana ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte de una niña de 8 años en el Hospital Comarcal de Blanes mientras esperaba una ambulancia pediátrica para ser trasladada al Hospital Josep Trueta de Gerona. La consejería que dirige Antoni Comín ha admitido que el vehículo médico tardó dos horas y 18 minutos en llegar a su destino, pero también ha puntualizado que se tardó ese tiempo porque los médicos consideraron que la vida de la menor no estaba en riesgo, por eso solicitaron el servicio con una prioridad 1 en lugar de prioridad 0, que se aplica cuando la situación es crítica.

Fuentes del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) aseguraron ayer que si se hubiera establecido la prioridad máxima (nivel 0), la ambulancia pediátrica habría llegado en apenas 30 o 40 minutos, «el tiempo que se tarda en llegar desde la base de la ambulancia hasta el Hospital de Blanes», aseguraron. Otra aclaración de las mismas fuentes es que se utilizó ese vehículo, y no cualquier otra UCI móvil (como la que, según CCOO, estaba aparcada a las puertas del propio hospital) por una cuestión de protocolo, ya que las unidades de apoyo vital avanzado pediátricas «están destinadas a realizar traslados secundarios e interhospitalarios».

Salud explicó que la espera se prolongó desde las 5.52 horas del domingo, cuando el SEM recibió el aviso del Hospital de Blanes, hasta las 8.10, momento en que la ambulancia pediátrica llegó al centro procedente del Hospital del Vall d’Hebron. A las 6.18, puntualiza Salut, el SEM confirmó el Trueta como hospital de destino. Fuentes del servicio de emergencias médicas aseguran que todas las llamadas están grabadas, como marca el protocolo.

DOS VERSIONES / Por el contrario, CCOO, que ha denunciado públicamente el caso, mantiene que la espera para la ambulancia fue de alrededor de cuatro horas y no de las dos y 18 minutos que indica Salud. «Se avisó al SEM sobre las cuatro y poco y la unidad no llegó hasta las 8. No es cierto que el aviso fuera a las 5.53», concreta Edgar Felip, miembro del comité de empresa de CCOO, que precisó que fueron «unos políticos de Blanes» quienes alertaron del caso a la central sindical.

Maria Àngels Rodríguez, responsable de Sanidad de CCOO de Cataluña, insistió en que hay dos versiones sobre los hechos, la del SEM y la aportada por profesionales del centro hospitalario (la que ellos defienden), que apunta que la ambulancia tardó cuatro horas en llegar.

El sindicato considera que el triste fallecimiento de la menor ha demostrado la falta de recursos en la sanidad catalana, ya que solo hay dos de estos vehículos pediátricos para toda Cataluña, y los dos tienen su base en Barcelona (Hospital Vall d’Hebron y Sant Joan de Déu).

«Es increíble que solo haya dos unidades en Cataluña, como mínimo debería haber una en cada provincia», sostiene Rodríguez, que confirma que, en cualquier caso, en situaciones de gravedad también llegan a utilizarse los vehículos destinados a adultos. La responsable sindical considera que el caso se vio agravado al suceder de noche y un fin de semana, porque durante el día es habitual el uso de helicópteros para emergencias durante el día.

A las dos versiones enfrentadas sobre la tardanza de la ambulancia, se sumó la controversia que provocó un comunicado del alcalde de Blanes, Miquel Lupiáñez (que rectificó posteriormente) en el que aseguró, tras hablar con el consejero de Salud, que este le había comentado que para trasladar a la pequeña desde Blanes hasta el Josep Trueta no era necesaria una ambulancia pediátrica, y habría sido suficiente una UCI medicalizada (actuales SVA). En la misma nota el ayuntamiento informaba de que la autopsia a la niña indica que murió por una sepsis, es decir, una infección generalizada.