AGENCIA DEL MEDIO AMBIENTE

Más de la mitad de los europeos respiran aire dañino para la salud

430.000 muertes prematuras al año se producen en la UE-28 por la contaminación

ANTONIO MADRIDEJOS

Pese a las mejoras de los últimos años, más de la mitad de los europeos que viven en ambientes urbanos respiran un aire con un nivel de micropartículas potencialmente perjudicial para la salud, según el nuevo informe sobre calidad del aire de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). También presentan niveles muy preocupantes el ozono troposférico y los benzoapirenos.

Los contaminantes atmosféricos, vinculados a diversas afectaciones pulmonares, cardiovasculares y cáncer, entre otros problemas, siguen siendo el «mayor peligro del ámbito ambiental» al que se enfrentan los ciudadanos de la Unión Europa, con una estimación de 467.000 muertes prematuras cada año, un 1% más que en el informe precedente. «Debemos abordar las causas profundas de la contaminación atmosférica, algo que exige una transformación fundamental e innovadora de nuestros sistemas de movilidad, energía y alimentos», destaca el director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx. Los datos de la AEMA abarcan 400 áreas urbanas de la Unión Europea (más Islandia, Noruega Serbia, Croacia, Montenegro y Macedonia) en el periodo 2000-2014. Si solo se cuenta la UE-28, el número estimado de muertes anuales es de 430.000.

El estudio muestra que en el año 2014, el último con datos disponibles, el 16% de la población urbana de la UE estuvo expuesta a niveles de PM10 (micropartículas de un tamaño inferior a 10 micras) que superaban el valor límite diario establecido por la legislación comunitaria, mientras que en PM2,5 (menos de 2,5 micras) fue del 8%. Sin embargo, cuando se compara con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más actualizadas, los porcentajes de población urbana vulnerable ascienden al 50% y el 85%, respectivamente. Las PM10 se respiran y se acumulan en los pulmones, mientras que las PM2,5, debido a su tamaño, pueden llegar a la corriente sanguínea.

La AEMA, con sede en Copenhague, resalta que las emisiones por combustión de carbón y biomasa, tanto de hogares como de edificios institucionales y comerciales, no se han reducido. Sí se ha registrado, en cambio, una mejora en las derivadas del tráfico, sobre todo por la normativa que obliga a los coches a incorporar un filtro de partículas. Las micropartículas, que pueden causar o agravar dolencias cardiovasculares, asma y cáncer de pulmón, son un problema muy grave en Polonia, Rumanía, Croacia, Eslovaquia y Grecia.

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