Uno de cada cinco niños tendrá a lo largo de su infancia o adolescencia algún trastorno de conducta, un problema de salud cada vez más frecuente entre los varones y con especial prevalencia entre los 13 y los 16 años. La crisis de los últimos años y los cambios estructurales que han experimentado las familias han contribuido a que estos trastornos se hayan hecho más presentes, según han constatado pediatras, profesores, padres psicólogos y otros profesionales del sector de la salud mental.

Padres que no tienen tiempo para sus hijos o no saben poner límites, familias completamente desbordadas por los horarios laborales y la escasez de recursos, falta de comunicación y conocimiento de los problemas de los menores son algunos de los factores que pueden provocar trastornos de conducta en los adolescentes. También influye pertenecer a una familia de bajo nivel social y económico o tener unos progenitores abusivos, así como el auge que en los últimos tiempos han experimentado valores como el individualismo, la necesidad de recompensa inmediata o la poca tolerancia al malestar.

Todo eso lo dice un informe elaborado por el Sant Joan de Déu de Barcelona, a partir de una encuesta realizada, en colaboración con los Laboratorios Ordesa, a más de 1.300 profesionales de toda España.

Abordaje multidisciplinar

La mayoría de los profesionales encuestados (un 96% de los pediatras) ha detectado un aumento de problemas de conducta, que se han convertido en la primera causa de consulta en los servicios de salud mental para niños y adolescentes por su impacto en el entorno familiar y escolar.

El coordinador de la investigación Adolescentes con trastornos de comportamiento, ¿Cómo podemos detectarlos? ¿Qué se debe hacer? aboga por el abordaje multidisciplinar entre pediatras, educadores, padres y profesionales de la salud mental para la prevención y el tratamiento de los problemas de conducta.