El Tribunal Supremo ha dado el carpetazo final a la catástrofe del Prestige con una sentencia que endurece la raquítica pena establecidas en 2013 por la Audiencia Provincial de A Coruña y abre la vía para que las aseguradoras del petrolero se hagan cargo de las cuantiosas indemnizaciones reclamadas, sobre todo por el Estado español, según han confirmado fuentes jurídicas. El fiscal las estimó en 4.328 millones de euros.

El capitán del buque, Apostolos Mangouras, ha sido condenado a dos años de cárcel y multa por un por un delito imprudente contra el medio ambiente con resultados catastróficos. La sentencia inicial, dictada en el 2013, le había atribuido sólo un delito de desobediencia grave pero el TS destaca que las tres horas que tardó Mangouras en aceptar el remolque del buque después de haber sufrido el accidente que le hizo perder fuel fueron claves para desencadenar la catástrofe.

La sentencia mantiene la absolución de los dos marineros que acompañaban a Mangouras y del exdirector de la Marina Mercante, José Luis López-Sors.