Las autoridades de Nueva York aseguraron hoy estar "preparadas para lo peor" ante la primera tormenta de nieve de la temporada, que se espera impacte con fuerza en la ciudad a partir de la madrugada del sábado.

"Tenemos experiencia en combatir tormentas y estamos preparados para afrontar el peor de los pronósticos. Estamos más equipados", dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en una rueda de prensa para detallar las medidas que adoptarán las autoridades neoyorquinas a fin de paliar el impacto de la tormenta.

El gobernador compartió las directrices del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que recomendó a los habitantes de la ciudad no salir de casa si no es "estrictamente necesario".

Según el pronóstico meteorológico, se espera que caigan en Nueva York entre 20 y 30 centímetros de nieve, con fuertes vientos y posibles inundaciones en la costa.

"Los ciudadanos también deben colaborar y no salir de casa si no es necesario. Hay que evitar riesgos y no poner en peligro la vida de nadie", insistió Cuomo, que admitió que pese a no ser la "peor" previsión meteorológica de la historia, "no hay que tomarla a la ligera".

Por su parte, la responsable del tráfico del estado, Veronique Hakim, aseguró que la Autoridad del Transporte Metropolitano (MTA) está preparada para mantener un "buen funcionamiento" del transporte público, aunque admitió que "los retrasos son inevitables en este tipo de situaciones".

A pesar de que las autoridades avisaron de estar preparadas para la tormenta gracias a un amplio dispositivo de emergencia que permitirá mantener operativos los principales aeropuertos de Nueva York, cientos de vuelos ya acumulan retrasos y cancelaciones para este fin de semana.

El John F. Kennedy, que recibe el mayor flujo de pasajeros de la ciudad de Nueva York, registró este viernes 130 anulaciones y un total de 85 retrasos, mientras que el aeropuerto de La Guardia canceló hoy 215 vuelos y acumula hasta 109 retrasos.

Por otro lado, el aeropuerto de Newark, que pese a estar en Nueva Jersey es el segundo aeropuerto con más flujo de pasajeros a Nueva York, también anuló 219 vuelos y registró 77 retrasos, según informes de la industria aérea.

De hecho, las principales aerolíneas que operan en Estados Unidos informaron de la suspensión de sus vuelos a los aeropuertos próximos a Nueva York y toda la zona noreste del país.

Así, American Airlines, primera aerolínea en Estados Unidos por número de pasajeros, anuló cerca de 2.000 trayectos en toda la zona noreste afectada por la tormenta de nieve.

Delta Airlines, segunda compañía aérea más importante del país, anunció la cancelación de aproximadamente 820 vuelos para el fin de semana en ciudades desde Charlotte (Carolina del Norte) hasta Washington D.C. y en el área de Nueva York.

United Airlines, tercera de este ránking, también alertó de la cancelación de todos sus vuelos dirigidos a Newark para el sábado.

TODA LA COSTA ESTE

La costa este de Estados Unidos se enfrenta desde hoy a una gran tormenta que durará al menos 36 horas y dejará entre 30 y 71 centímetros de nieve con vientos de hasta 96 kilómetros por hora, lo que ha obligado a declarar la situación de emergencia en seis estados.

La capital del país, Washington DC, está en el centro de una tormenta que tiene en máxima alerta a 29 millones de personas y afectará a 85 millones desde Atlanta hasta Nueva York.

Washington DC, Maryland, Virginia, Pensilvania, Carolina del Norte y Tennessee están en estado de emergencia y la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, advirtió hoy de que se trata de una tormenta "de vida o muerte" que las autoridades están afrontando como un asunto "de seguridad nacional".

La tormenta se afronta con especial expectación en Washington, una ciudad no acostumbrada a lidiar con la nieve y donde podría alcanzarse una acumulación que supere el récord alcanzado en enero de 1922, con 71 centímetros.

Se prevé que Nueva York reciba la fuerte tormenta desde mañana, sábado, a primera hora y su alcalde, Bill de Blasio, ha pedido a los ciudadanos que se queden en casa todo el fin de semana hasta que las autoridades puedan limpiar la nieve, que podría alcanzar los 30 centímetros.

En Filadelfia, que ha cancelado todos los vuelos de su aeropuerto para el sábado, la nieve podría llegar a los 50 centímetros.

En el conjunto del país se han cancelado 3.289 vuelos que debían salir hoy y 3.456 previstos para mañana, según el recuento de la web FlightAware.

"Estamos hablando de una nieve húmeda y pesada, y de vientos muy potentes que podrían hacer caer árboles y provocar cortes eléctricos a gran escala", explicó hoy en una rueda de prensa la alcaldesa de Washington.

Bowser pidió a los ciudadanos que se abastezcan de todo lo necesario para pasar al menos 72 horas sin salir de sus casas, una recomendación que la ciudad se tomó en serio a juzgar por las largas filas y los estantes vacíos que pudieron verse en los supermercados desde el jueves.

El metro de la capital, que sirve también a los vecinos estados de Maryland y Virginia, cerrará hoy a las 23.00 hora local (04.00 GMT del sábado) hasta por lo menos el lunes, algo que no había ocurrido desde el huracán Sandy, que obligó a parar el servicio durante 36 horas en octubre de 2012.

Los directivos del metro tomaron esta medida, que ha disgustado a muchos ciudadanos, por temor a que un corte eléctrico de gran escala provocado por los fuertes vientos dejara a pasajeros atrapados en los túneles.

Los autobuses dejaron de funcionar antes, a las 15.00 horas de hoy, momento en el que las autoridades pidieron que todos los ciudadanos estuvieran ya recogidos en el lugar donde se vayan a quedar hasta que se termine la tormenta y se hayan habilitado las calles y carreteras.

El Gobierno federal cerró sus oficinas hoy al mediodía y también lo hizo el Capitolio, sede del Congreso, donde los legisladores tienen libre al menos hasta el martes.

En empresas y organismos de la ciudad se dio a los trabajadores la opción de trabajar desde casa.

Desde hoy al mediodía y durante el fin de semana también estarán cerrados los principales centros turísticos de la ciudad, la explanada del National Mall, los memoriales y el Zoo, aunque los organizadores de una marcha nacional antiaborto mantuvieron sus planes de manifestarse por la tarde en el centro de Washington.

La tormenta también afecta a la campaña electoral. El precandidato republicano Chris Christie anunció hoy en Twitter que se iba de Nuevo Hampshire, donde pronto se celebrará una de las primarias clave, para ejercer su tarea de gobernador de Nueva Jersey durante esta situación de emergencia.

Los estados amenazados por la tormenta tienen más de 1.997.750 toneladas de sal preparadas para tratar sus carreteras y autopistas y Carolina del Norte ha movilizado a 100 agentes de la Guardia Nacional.

En Nashville (Tennessee) se vieron los primeros conductores atascados en las carreteras nevadas y la Policía local reportó 12 accidentes con heridos y más de 200 sin heridos.

Un avión de United Airlines derrapó al aterrizar en Chicago y la compañía lo atribuyó al mal tiempo, pero no hubo heridos.

En el área metropolitana de Atlanta (Georgia) se pidió a los conductores que salgan de las vías antes de las 15.00 hora local.

Además, más de 2.000 personas se han quedado sin electricidad en el condado de Davidson (Tennessee) y centenares en Virginia. Las autoridades esperan que este tipo de incidencias vayan en aumento a medida que avance una tormenta de la que, dicen, se hablará durante generaciones.