Los carruajes de caballos en Nueva York aprovechan hacer sus últimos recorridos sobre el asfalto tras el acuerdo del Ayuntamiento con los conductores para limitar su circulación a Central Park, con lo que la tradición tiene los días contados. La retirada de los coches de caballos neoyorquinos empezará en junio y afectará también a sus conductores, que pasarán a ser menos y a trabajar menos horas, pues se limitarán a nueve las horas de trabajo de un caballo. Las medidas que aplicará en 2016 el Ayuntamiento de Nueva York no satisfacen del todo a su alcalde, Bill de Blasio, que pretendía acabar con todos los carruajes sin excepción al considerar la tradición "inhumana", pero sí eliminará la presencia de los coches de caballos de las transitadas calles neoyorquinas. A cambio, los bici-taxis dejarán de circular por la mitad de Central Park.