Greenpeace ha instado este miércoles al Congreso de los Diputados a exigir al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que soliciten con urgencia que se detenga "el proceso de reapertura" de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), paralizada desde 2012 por decisión de sus propietarios.

Según la organización ecologista, el Pleno del CSN debate este miércoles "informes relacionados con la reapertura de Garoña", cuando se trata de un organismo regulador que rinde cuentas de sus actividades al Congreso y al Senado.

La organización ecologista ha pedido que la evaluación de la planta no se haga hasta "la formación de un nuevo gobierno" y harecordado que desde diciembre de 2014 existe un acuerdo parlamentario entre PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y Equo, en el que se comprometían a clausurar la planta atómica burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria.

"Esta decisión no tiene en cuenta al nuevo Parlamento. Hay que recordar que el CSN ha de estar bajo el control del Parlamento español y que la mayoría de los nuevos diputados han manifestado un rechazo absoluto a la reapertura de la central nuclear. Sin embargo el PP, Iberdrola y Endesa se están frotando las manos", sostiene la responsable de campañas de Greenpeace España, María José Caballero.

Greenpeace también ha pedido propuestas concretas de los líderes políticos con el medio ambiente para superar el retroceso medioambiental de los "últimos cuatro años" y que las intenciones preelectorales den paso a acciones de protección del medio ambiente marino y terrestre, como la derogación del real decreto de autoconsumo, la paralización de los proyectos de prospecciones petrolíferas y de fracturación hidráulica ("fracking"), así como alcanzar un modelo cien por cien renovable en 2050.

Propone a los grupos parlamentarios del nuevo Congreso, la presentación de iniciativas para que el derecho a un medio ambiente saludable sea "un derecho fundamental" en la Constitución y ha subrayado que el cambio climático debe ser "un punto de encuentro obligado" para el nuevo Parlamento.