Parcialmente sedado, Carlos Aguilera se sentía “como en la playa”. Pero lejos de la arena, su cuerpo se encontraba en uno de losquirófanos del Hospital Regional de Málaga mientras un equipo de neurocirujanos, neurofisiólogos y neuropsicólogos toqueteaba su cerebro para extirparle un tumor cerebral. Músico de profesión, los médicos le pidieron que fuera tocando un saxofóndurante la intervención para identificar las áreas cerebralesvinculadas al lenguaje musical y comprobar que no quedaban secuelas.

La operación con un mapeo cortical de la corteza cerebral del lenguaje musical es la primera que se realiza en Europa de estas características. Hasta el momento, en el hospital malagueño se han llevado a cabo una docena de intervenciones con pacientes despiertos mientras se les realiza un mapeo cortical de áreas del lenguaje, pero ésta es la primera en la que se estaba atento a las zonas vinculadas al lenguaje musical. Solo existe un precedente en California (EEUU) en junio, según explicaron hoy los facultativos del centro, que destacaron además que la monitorización continua que supuso tener al paciente tocando el saxofón en los momentos críticos de la resección tumoral, próxima al córtex auditivo primario y otras áreas elocuentes, “fue decisiva para la preservación de dichas áreas cerebrales”, según indicó el neurocirujano Guillermo Ibañez.

UN EQUIPO DE 16 MÉDICOS

Aguilera, de 27 años, simplifica la explicación. “Hace dos meses estaba tirado en una camilla y ahora puedo decir perfectamente que la vida me espera, como su hubiera vuelto a nacer”, argumentó el joven esta mañana en rueda de prensa junto al equipo médico. En ella describió su sorpresa cuando visualizó el video de la operación y comprobó que mientras él se sintió relajado y “como si estuviera tirado en una playa”, a su alrededor un equipo de 16 médicos trataban de eliminar una masa tumoral de su cabeza.

Unos fuertes dolores de cabeza le llevaron al médico hace dos meses, y rápidamente le diagnosticaron un tumor cerebral del que fue intervenido el pasado mes de octubre. El joven, becario en la banda municipal de Málaga, llevaba tocando el saxo desde hace dos décadas, y uno sus temores era que la intervención le privase de esta pasión. Y es que el tumor estaba radicado en el hemisferio cerebral izquierdo, el área de mayor implicación en la comprensión y ejecución del lenguaje musical y la zona donde también se localiza el área motora, sensitiva y del lenguaje.

ÁREAS DEL LENGUAJE

La clave de la intervención ha estado en la monitorización neurofisiológica intraoperatoria, una técnica que según describieron los médicos permite garantizar la seguridad del acto quirúrgico evitando secuelas derivadas del mismo. El procedimiento consiste en identificar y señalizar áreas elocuentes del tejido cerebral -como la sensitiva, motora, del lenguaje y del córtex auditivo-- mediante estimulación eléctrica en quirófano del cortex cerebral, el manto detejido nervioso que cubre la superficie del cerebro. Para realizar la monitorización de las áreas del lenguaje, el paciente se mantiene ‘despierto’ (con sedación y analgesia) y colaborando activamente durante la intervención. En el caso de Aguilera, el joven estuvo leyendo determinados textos, contando números y tocando piezas musicales con su saxofón.

La neurofisióloga Victoria Fernández, participante en la intervención, explicó que la localización de regiones corticales funcionales durante la cirugía de tumores cerebrales ha adquirido una gran relevancia en las últimas décadas, “ya que permite realizar una resección del tumor más extensa y por tanto disminuir la probabilidad de morbilidad asociada”. Al mismo tiempo, “permite preservar zonas elocuentes cuando el tumor compromete estas áreas”.